Kevin E. Sánchez S.
www.laestrella.com.pa/050217
‘El rostro femenino de la
migración ngäbe asoma en cada una de ellas, así como el nuevo
Panamá es joven con 113 años, organizada en
75,416.7 km² y una población cercana a 4 millones de personas. De ella, un 13%
es indígena: Bri-Bri, Buglé, Guna Dule, Naso-Tjërdi, Embera, Ngäbe y Wounaan.
El 60% de los indígenas es Ngäbe.
La realidad nos muestra una emigración Ngäbe cuyos
destinos principales son las zonas de agroexportación. Dicho fenómeno ha
provocado una serie de cambios en la organización social y económica de las
comunidades Ngäbe de origen.
Tal emigración podría
enlazarse con distintos procesos económicos históricos, a formas particulares
de racismo, exclusión social y explotación que ha resentido y resistido este
pueblo, y hasta conducen a explicar la existencia de la migración hacia centros
urbanos.
MIGRACIÓN Y CAMBIO
CULTURAL
Philip Young es uno de los
primeros que describe los inicios de las formas como los Ngäbe se fueron
introduciendo a una economía monetaria, como un paso inicial hacia el fenómeno
migratorio que hoy conocemos, implantando a sus necesidades artículos que en su
sociedad no producían (ganado, ropa, útiles de cocina, machetes, hachas,
mantas, kerosene, fósforos, máquinas de coser, relojes, radios y otros).
Estimando que aún en la
década de 1960 el intercambio en dinero ocurría con formas tradicionales de
canje en especies, es decir, la existencia de una economía doble o la
coexistencia de sistemas tradicionales de trueque y el monetario.
El trabajo asalariado es el principal motor de
movilización de la población Ngäbe hacia zonas fuera de sus territorios
actuales.
P. Young nos comenta que durante su trabajo de campo era raro encontrar a un
hombre con menos de 35 años que, siquiera por un tiempo breve de su vida, no
haya trabajado por un salario. Los sitios principales para ‘salariar' eran las
plantaciones de banano, fincas de café u hortalizas y plantaciones de caña de
azúcar.
Sin embargo, la
introducción del pueblo Ngäbe al trabajo asalariado va más allá de la década de
1960, y para P. Young se remonta quizás hasta el siglo XIX.
John Bort señaló que el
trabajo asalariado temporal en fincas ganaderas ocurre desde por lo menos la
década de 1920 y es importante fuente de ingresos en la década de 1970. A
partir de la década de 1930, la United Fruit Company, en Puerto Armuelles, se
constituye en la mayor fuente de trabajo para los Ngäbe. Mientras que las
plantaciones de café y hortalizas han sido desarrolladas más productivamente
desde 1940, en Cerro Punta, Santa Clara y Boquete.
La mecanización del
trabajo en las plantaciones bananeras comenzó a reducir la demanda de mano de
obra, y a partir de 1960 las cosechas de café se convirtieron en la alternativa
principal del trabajo asalariado temporal para los Ngäbe.
Tales autores señalan
aspectos sumamente importantes de la cultura que son necesarios tener presentes
al momento de analizar la migración Ngäbe para la búsqueda de trabajo
asalariado.
La relación del salario
con el consumo de alimentos y las necesidades de bienes o productos externos.
Blas Quintero y William
Hughes han señalado que esta nueva priorización de productos —como resultado de
una relación estrechamente desigual del pueblo Ngäbe con las estructuras
económicas capitalistas nacionales y su lógica cultural que la
acompaña—conlleva también la introducción, en algunas regiones de la actual
Comarca Ngäbe-Buglé, de cultivos para el comercio (café, caña de azúcar, etc.).
Francoise Guionneau
Sinclair aseguraba que para mediados de la década de 1970 la producción de café
en algunos territorios Ngäbe era bastante considerable, ‘orientadas hacia el
mercado exterior'. Ella también se refiere a la introducción de comercios o
pequeñas abarrotes en el territorio Ngäbe: ‘todo un sistema complicado de
tiendas'.
MIGRACIÓN, RACISMO Y
OPRESIÓN
Para la década de 1980,
Phillipe Bourgois mostró la explotación y el racismo que sometía a los
trabajadores Ngäbe en la región de Bocas del Toro, dentro de la United Fruit
Company. De cómo ésta población era la más explotada dentro de la plantación. Situación
que él explicaba, no sólo por su ‘trayectoria como empobrecidos agricultores de
subsistencia' sino también por la poca experiencia que tenían con la economía
capitalista y la interacción con los otros trabajadores de la plantación.
La explotación y la
inferiorización de los trabajadores Ngäbe era naturalizada en la plantación
tanto por trabajadores no indígenas, administrativos y gerentes. La compañía
bananera practicaba el racismo contra los Ngäbe bajo una política de
manipulación de los pagos, en darles los trabajos más pesados y menos
apetecidos por otros trabajadores; confinando a los Ngäbe a trabajos
desagradables, poco calificados, sin posibilidades de ascenso en la escala
laboral.
En las viviendas que le
asignaban, pues el nivel de hacinamiento al que eran sometidos se sustentaba en
el prejuicio racial de que ellos podían soportar ‘condiciones materiales de
existencia muy inferiores a aquellas consideradas normales por la mayoría de
los… latinos y negros'.
Lo mismo ocurría para el
caso de asistencia a la salud. Simplemente no recibían ninguna compensación
laboral, ni seguridad social o jubilación. Además, como se necesitaba utilizar
fertilizantes y pesticidas, entonces ‘el papel de los guaymíes como aplicadores
de productos químicos venenosos adquirió importancia'.
El racismo era una
cuestión manifiesta en todas las esferas relacionadas directa o indirectamente
con la plantación bananera.
EL ROSTRO FEMENINO DE LA
MIGRACIÓN NGÄBE
Jorge Sarsaneda, quien ha
dedicado su vida a acompañar en profundidad al pueblo Ngäbe, señaló que a
partir de la década de 1980 la feminización de la migración se hace presente en
los estudios sobre este fenómeno y ‘la migración Ngäbe a Costa Rica y el
trabajo en los cortes de café en Panamá, tienen también rostro de mujer, de
niñas y niños indígenas'.
Desde la década de 1990
hasta la actualidad, la preocupación por la emigración laboral Ngäbe hacia
Costa Rica, para la cosecha del café, ha ocupado innumerables páginas,
reuniones, acuerdos, programas, proyectos, reportajes, buenas intenciones y
definitivamente personas. El rostro femenino de la migración Ngäbe asoma en
cada una de ellas, así como el nuevo rol que han estado ocupando en las
transformaciones y reivindicaciones de este pueblo por la conservación y
propiedad colectiva de sus tierras, el respeto a su cultura y su autonomía.
P. Young afirmó que son cuatro factores
importantes los que han incrementado la independencia de las mujeres Ngäbe en el siglo
XXI: la religión, el
cambio en las condiciones salariales, la escolarización y los proyectos de
desarrollo que se impulsan, especialmente en la Comarca Ngäbe-Buglé.
De todos ellos, considera
que la escolarización ha sido el más determinante. P. Young hace alusión a los
efectos de la globalización, de la relación del pueblo Ngäbe con el mundo
exterior.
Lo que nos indica
indirectamente que la emigración de la mujer, ya sea por estudios o por
trabajo, es un factor que también ha influido en la mayor independencia de la
mujer Ngäbe.
De hecho, como en el
pasado era el hombre el que mayoritariamente salía a ‘salariar', incluso por
varios meses o años de ausencia, entonces esto le proporcionaba a la mujer
Ngäbe mayores responsabilidades en el hogar, en el trabajo agrícola, pero
también autonomía en la toma de decisiones domésticas.