Por: Rev. Pbro. Manning Maxie Suárez +
Docente Universitario
Email: manningsuarez@gmail.com
Orcid: orcid.org/0000-0003-2740-5748
Google Académico: https://scholar.google.es/citations?hl=es&pli=1&user=uDe1ZEsAAAAJ
Introducción
La taxonomía de Bloom es un modelo jerárquico
que clasifica los objetivos de aprendizaje en diferentes niveles de complejidad
cognitiva. Creada originalmente en 1956 por Benjamin Bloom, esta herramienta
ayuda a los educadores a diseñar actividades y evaluaciones que promueven un
aprendizaje más profundo. (Bloom, B. S. (Ed.). (1956).1
La taxonomía se estructura en seis
niveles que van desde habilidades de pensamiento de orden inferior a superior:
1. Conocimiento (recordar hechos),
2. Comprensión (entender la información),
3. Aplicación (usar el conocimiento en
nuevas situaciones),
4. Análisis (desglosar la información
en partes),
5. Síntesis (crear algo nuevo a partir
de diferentes elementos)
6. Evaluación (emitir juicios sobre el
valor de las ideas).
El objetivo de esta Taxonomía es guiar
a los estudiantes para que avancen progresivamente a través de estos niveles,
desarrollando así un pensamiento crítico y habilidades de resolución de
problemas. (Anderson, L.
W., & Krathwohl, D. D. (Eds.). (2001).2
Una comprensión de este concepto lo
podemos visualizar de la siguiente manera:
IMAGEN 1 - Mapa
Conceptual de la Taxonomía de Bloom (Autoría propia).
DESVENTAJAS DE LA APLICACIÓN
DE LA TAXONOMÍA DE BLOOM EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA.
Aunque la Taxonomía de Bloom es una
herramienta ampliamente utilizada y valiosa para el diseño curricular y la
evaluación, presenta varias desventajas y críticas cuando se aplica en el
contexto de la educación superior universitaria, citaremos algunas de ellas:
1. Algunos críticos argumentan que la
taxonomía se basa en principios conductistas de principios del siglo XX, que
pueden no reflejar completamente la complejidad de los procesos cognitivos
humanos. (Sockett, H.
(1971).3 Se cuestiona su
rigidez y la falta de una base epistemológica sólida que sustente la jerarquía
propuesta. Podemos señalar también que la crítica a la base conductista es
recurrente en artículos que abogan por enfoques más constructivistas o
sociocognitivos del aprendizaje. Parece
ser que la taxonomía tiende a una fragmentación del currículo y no considera la
relación social en la creación de conocimiento. (Marzano, R. J. (2000).4
2. La naturaleza jerárquica de la
taxonomía puede llevar a una fragmentación del currículo, donde los objetivos
de aprendizaje se abordan de manera lineal y aislada. (Bertucio, B. (2017).5 Esto puede dificultar la integración de
conocimientos y habilidades, y no siempre se alinea con la forma en que el
pensamiento y el aprendizaje ocurren en la realidad, donde la cognición y el
afecto son procesos interconectados y no estrictamente jerárquicos. (Brant, J.,
& Chapman, A. (2016).6
Tengamos en cuenta dos aspectos: a.- La Taxonomía de Bloom, con su estructura
jerárquica y la clasificación de objetivos de aprendizaje en niveles discretos,
puede incentivar un enfoque pedagógico que aborda el conocimiento y las
habilidades de manera lineal y aislada. Esto contrasta con las tendencias
actuales en educación que abogan por un aprendizaje integrado e
interdisciplinario.
b.-
Bloom, se enfoca predominantemente en el dominio cognitivo, lo que ha llevado a
la crítica de que ignora o minimiza la importancia del dominio afectivo
(emociones, actitudes, valores, motivación) en el proceso de aprendizaje. Las
teorías educativas modernas, especialmente las de la psicología cognitiva y la
neurociencia educativa, demuestran que la cognición y el afecto no son procesos
separados, sino intrínsecamente interconectados.
3. La taxonomía se centra en el dominio cognitivo, dejando de
lado la dimensión social de la creación de conocimiento y el dominio afectivo
(emociones, actitudes, valores). En la educación superior, donde el desarrollo
integral del estudiante es crucial, esta omisión puede ser una limitación
significativa. Bloom, al centrarse
predominantemente en el dominio cognitivo, presenta limitaciones significativas
en la educación superior al no abordar de manera explícita la dimensión social
de la creación de conocimiento y el dominio afectivo. A continuación, ilustro
esta línea de pensamiento: (Krathwohl, D. R., Bloom, B. S., & Masia, B. B.
(1964).7
a.-
La educación superior moderna enfatiza el aprendizaje colaborativo, la
construcción social del conocimiento y el desarrollo de habilidades
interpersonales. Bloom, en su formulación original, no incorpora explícitamente
estos aspectos como el desarrollo de Proyectos de Investigación en Equipo, Los Debates
y Discusiones en Clase y, El Aprendizaje Servicio y Proyectos Comunitarios.
b.-
El desarrollo integral del estudiante en la educación superior va más allá de
la adquisición de conocimientos y habilidades cognitivas; incluye la formación
de actitudes, valores y la gestión emocional como, por ejemplo: El Desarrollo
de la Ética Profesional, La Resiliencia y Manejo de la Frustración en la
Investigación, y la Motivación Intrínseca y Pasión por el Aprendizaje.
En
síntesis, su aplicación exclusiva en la educación superior puede llevar a una
visión incompleta del desarrollo del estudiante, al no considerar adecuadamente
la interconexión entre el aprendizaje, la interacción social y el desarrollo
emocional y valórico. Un enfoque integral en la educación superior requiere
complementar la Taxonomía de Bloom con otros marcos que aborden estas
dimensiones esenciales.
4.
Si bien es útil para objetivos de aprendizaje, algunos expertos señalan que la
Taxonomía de Bloom no es apropiada para formular objetivos de investigación, ya
que estos requieren una aproximación diferente y más compleja que la simple
clasificación de habilidades cognitivas.
La Taxonomía de Bloom, su aplicación directa para formular objetivos de
investigación presenta limitaciones significativas, debido a las diferencias
fundamentales en la naturaleza y el propósito y enfoque Diferentes de ambos
tipos de objetivos como lo son los objetivos de Aprendizaje, y los objetivos de
Investigación.
También
señalar el tema de la Naturaleza del Proceso más estructurado y lineal, donde
los estudiantes progresan a través de niveles de comprensión y habilidad. La
jerarquía de Bloom refleja esta progresión, sugiriendo que se deben dominar
habilidades de orden inferior antes de pasar a las de orden superior.
La
Investigación por su lado es un proceso inherentemente iterativo, dinámico y a
menudo impredecible. Implica la formulación de preguntas, la revisión de
literatura, el diseño metodológico, la recolección y análisis de datos, y la
interpretación de resultados, lo que puede llevar a nuevas preguntas o a la
redefinición del problema inicial.
5.
Con la emergencia de la inteligencia artificial, se plantea la necesidad de
reevaluar la relevancia de la taxonomía. Las habilidades que la IA puede
replicar o incluso superar pueden requerir un enfoque diferente en la enseñanza
y evaluación, lo que podría hacer que algunos niveles de la taxonomía sean
menos críticos o necesiten una reinterpretación.
OTRAS
TAXONOMÍAS EN RESPUESTA A LAS LIMITACIONES DE LA TAXONOMÍA DE BLOOM
Si
bien la Taxonomía de Bloom ha sido un pilar en el diseño educativo durante décadas,
sus limitaciones, especialmente en el contexto de la educación superior y la
investigación, han impulsado el desarrollo de otras taxonomías que buscan
ofrecer marcos más completos y adaptados a las complejidades del aprendizaje
moderno.
Describo
tres de ellas que considero más relevantes, como la Taxonomía de Marzano y
Kendall (A New Taxonomy of Educational Objectives), La Taxonomía de Fink
(Taxonomy of Significant Learning), La Taxonomía SOLO (Structure of
Observed Learning Outcome).
1.
LA TAXONOMÍA DE MARZANO Y KENDALL (A NEW TAXONOMY OF EDUCATIONAL OBJECTIVES)
Robert
Marzano y John Kendall propusieron en 2007 una nueva taxonomía que busca
superar algunas de las críticas a Bloom, ofreciendo un modelo más dinámico y
basado en la investigación sobre el funcionamiento del cerebro y el
aprendizaje.
Se
estructura en tres sistemas y un dominio:
•
Sistema del Ser (Self-System): Se refiere a las creencias y actitudes
del estudiante sobre el aprendizaje y sobre sí mismo como aprendiz. Incluye la
motivación, la importancia percibida de la tarea y la autoeficacia.
Este
sistema determina si el estudiante se involucrará en la tarea de aprendizaje.
•
Sistema Metacognitivo (Metacognitive System): Implica la conciencia y el
control del propio proceso de pensamiento. Incluye el establecimiento de metas,
la monitorización de la comprensión y la evaluación de la efectividad de las
estrategias de aprendizaje.
Es
crucial para el aprendizaje autorregulado.
•
Sistema Cognitivo (Cognitive System): Similar al dominio cognitivo de
Bloom, pero con una estructura diferente. Se divide en cuatro niveles de
procesamiento mental:
•
Recuperación (Retrieval): Recordar información de la memoria a largo
plazo.
•
Comprensión (Comprehension): Integrar el nuevo conocimiento con el ya
existente.
•
Análisis (Analysis): Razonamiento más profundo, incluyendo la
correspondencia, clasificación, análisis de errores, generalización y
especificación.
•
Utilización del Conocimiento (Knowledge Utilization): Aplicar el
conocimiento en situaciones significativas, como la toma de decisiones, la
resolución de problemas, la investigación y la experimentación.
•
Dominio del Conocimiento (Knowledge Domain): Se refiere a los tipos de
conocimiento que se procesan: información, procedimientos mentales y
procedimientos psicomotores.
Ventajas
sobre Bloom: Marzano y
Kendall abordan la crítica de la separación entre cognición y afecto al incluir
explícitamente el "Sistema del Ser" y el "Sistema
Metacognitivo", reconociendo la importancia de la motivación, las
actitudes y la autorregulación en el aprendizaje.
Su
estructura es menos jerárquica y más interconectada, reflejando mejor la
complejidad del pensamiento humano. (Marzano, R. J., & Kendall, J. S.
(2007).8
Una comprensión de este concepto lo
podemos visualizar de la siguiente manera:
IMAGEN 2 - Mapa
Conceptual de la Taxonomía de
Marzano y Kendall (Autoría propia).
2.
LA TAXONOMÍA DE FINK (TAXONOMY OF SIGNIFICANT LEARNING)
L.
Dee Fink, en su obra "Creating Significant Learning Experiences"
(2003), propuso una taxonomía que se enfoca en el "aprendizaje
significativo" y en el diseño de experiencias de aprendizaje integrales.
A
diferencia de Bloom, Fink no presenta una jerarquía estricta, sino seis categorías
interconectadas de aprendizaje:
•
Conocimiento Fundamental (Foundational Knowledge): Comprender y recordar información clave
(similar a los niveles inferiores de Bloom).
•
Aplicación (Application): Usar el conocimiento en la práctica,
incluyendo habilidades, pensamiento crítico, pensamiento creativo y gestión de
proyectos.
•
Integración (Integration): Conectar ideas, conceptos y experiencias de
diferentes fuentes y disciplinas.
•
Dimensión Humana (Human Dimension): Aprender sobre uno mismo y sobre los
demás, incluyendo el desarrollo de la inteligencia emocional y social.
•
Cuidado (Caring): Desarrollar nuevos sentimientos, intereses y valores
(similar al dominio afectivo de Bloom, pero más integrado).
•
Aprender a Aprender (Learning How to Learn): Desarrollar la capacidad de
seguir aprendiendo después de que el curso ha terminado, incluyendo la
autorregulación y la metacognición.
Ventajas
sobre Bloom: La taxonomía
de Fink, es particularmente relevante para la educación superior porque
promueve un enfoque holístico del aprendizaje. Integra explícitamente los
dominios afectivo y social ("Dimensión Humana" y
"Cuidado"), y enfatiza la importancia de la metacognición y el
aprendizaje a lo largo de la vida ("Aprender a Aprender").
Su
naturaleza no jerárquica permite un diseño curricular más flexible que fomenta
la interconexión entre diferentes tipos de aprendizaje. (Fink, L. D. (2003).9
Una
comprensión de este concepto lo podemos visualizar de la siguiente manera:
IMAGEN 3 - Mapa
Conceptual de la Taxonomía de
Fink (Taxonomy of Significant Learning) (Autoría propia).
3.
LA TAXONOMÍA SOLO (STRUCTURE OF OBSERVED LEARNING OUTCOME)
Desarrollada
por John Biggs y Kevin Collis en 1982, la taxonomía SOLO se centra en la
calidad y complejidad de los resultados de aprendizaje observables, en lugar de
en los procesos cognitivos internos.
Es
una taxonomía de resultados, no de objetivos. Describe cinco niveles de
comprensión que un estudiante puede demostrar:
•
Pre-estructural (Prestructural): El estudiante no comprende la tarea o
solo usa información irrelevante.
•
Uni-estructural (Unistructural): El estudiante se enfoca en un solo
aspecto relevante de la tarea.
•
Multi-estructural (Multistructural): El estudiante se enfoca en varios
aspectos relevantes de la tarea, pero los trata de forma independiente, sin
conectarlos.
•
Relacional (Relational): El estudiante integra varios aspectos
relevantes de la tarea, mostrando cómo se relacionan entre sí y con el
contexto.
•
Abstracto Extendido (Extended Abstract): El estudiante generaliza los
conceptos aprendidos a nuevas situaciones, haciendo conexiones con ideas más
amplias y abstractas, y formulando nuevas hipótesis o teorías.
Ventajas
sobre Bloom: La taxonomía
SOLO es especialmente útil para la evaluación, ya que proporciona una escala
clara para medir la profundidad de la comprensión de los estudiantes.
Es
menos prescriptiva que Bloom en cuanto a cómo se debe enseñar, y más
descriptiva de lo que realmente se observa en el aprendizaje.
Su
enfoque en la "estructura del resultado de aprendizaje observado" la
hace muy práctica para la retroalimentación y la mejora continua en la educación
superior y la investigación, donde la calidad de los resultados es primordial.
(Biggs, J. B., & Collis, K. F. (1982) 10
Una
comprensión de este concepto lo podemos visualizar de la siguiente manera:
IMAGEN 4 - Mapa
Conceptual de la Taxonomía SOLO (Structure of Observed Learning Outcome) (Autoría
propia).
Estas
taxonomías, entre otras, ofrecen alternativas y complementos a la Taxonomía de
Bloom, abordando sus limitaciones al integrar dimensiones afectivas, sociales y
metacognitivas, y al proporcionar marcos más flexibles y orientados a la
complejidad del aprendizaje en la educación superior y la investigación.
Conclusiones
y Recomendaciones Prácticas sobre el Uso de Taxonomías en la Educación Superior
La
Taxonomía de Bloom es un punto de partida, no un fin: Aunque útil para
objetivos de aprendizaje básicos, su enfoque conductista y jerárquico limita su
capacidad para abordar la complejidad del aprendizaje superior, la interconexión
entre cognición y afecto, y la dimensión social de la creación de conocimiento.
No
es suficiente por sí sola para las necesidades actuales de la educación
universitaria.
2.
El aprendizaje es integral y no lineal: La separación artificial entre lo
cognitivo, afectivo y social que puede derivarse de una aplicación rígida de
Bloom no se alinea con las teorías modernas del aprendizaje.
El
desarrollo integral del estudiante requiere considerar la interacción constante
de estas dimensiones, fomentando habilidades socioemocionales y metacognitivas
junto con las cognitivas.
3.
Los objetivos de
investigación requieren un marco distinto: La Taxonomía de Bloom no es
apropiada para formular objetivos de investigación, ya que estos buscan generar
nuevo conocimiento y son procesos iterativos y complejos, no una simple
progresión de habilidades cognitivas. Se necesitan marcos específicos para
guiar la investigación.
4.
Existen taxonomías
alternativas y complementarias: Taxonomías como las de Marzano y Kendall (que
integra sistemas de ser y metacognitivos), Fink (enfocada en el aprendizaje
significativo y holístico) y SOLO (que evalúa la profundidad de la comprensión
en los resultados observables) ofrecen perspectivas más amplias y adaptadas a
las necesidades de la educación superior, abordando las limitaciones de Bloom.
5.
Se recomienda un
enfoque multitaxonómico y adaptativo: Para una educación superior efectiva, se
aconseja no depender exclusivamente de Bloom. En su lugar, se debe adoptar un
enfoque que combine las fortalezas de diversas taxonomías (Bloom para lo básico,
Marzano/Fink para lo integral, SOLO para la evaluación de resultados complejos)
y que se adapte continuamente a las nuevas realidades, como la inteligencia
artificial, priorizando habilidades humanas como el pensamiento crítico, la
creatividad y la ética.
Referencias
Bibliográficas
1.
Bloom,
B. S. (Ed.). (1956). Taxonomy of educational objectives: The classification of
educational goals. Handbook I: Cognitive domain. David McKay.
2.
Anderson,
L. W., & Krathwohl, D. D. (Eds.). (2001). A taxonomy for learning,
teaching, and assessing: A revision of Bloom’s taxonomy of educational
objectives. Longman.
3.
Sockett,
H. (1971). Bloom’s taxonomy: A philosophical critique. Cambridge Journal of
Education, 1(1), 16-25.
4.
Marzano,
R. J. (2000). Designing a new taxonomy of educational objectives. Corwin Press.
5.
Bertucio,
B. (2017). The Cartesian heritage of Bloom’s taxonomy. Studies in Philosophy
and Education, 36(4), 477-497.
6.
Brant,
J., & Chapman, A. (2016). International instructional systems: social
studies. En International Handbook of Curriculum Research (pp. 379-393).
Routledge. (Aborda la fragmentación curricular y la crítica a Bloom en ese
contexto).
7.
Krathwohl,
D. R., Bloom, B. S., & Masia, B. B. (1964). Taxonomy of educational
objectives, the classification of educational goals. Handbook II: Affective
domain. David McKay.
8.
Marzano,
R. J., & Kendall, J. S. (2007). The new taxonomy of educational objectives
(2nd ed.). Corwin Press.
9.
Fink,
L. D. (2003). Creating significant learning experiences: An integrated approach
to designing college courses. Jossey-Bass.
10.
Biggs,
J. B., & Collis, K. F. (1982). Evaluating the quality of learning: The SOLO
taxonomy (Structure of the Observed Learning Outcome). Academic Press.