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La COP26 Urge la Necesidad de Transformar nuestra Economía.

La COP26 Urge la Necesidad de Transformar nuestra Economía.

En junio de este año (2021), escribí en este medio un artículo que hablaba sobre cambiar nuestro modelo de sociedad, en él hacía énfasis en la real degradación que como sociedad estamos enfrentando.  Señalaba en aquel momento que una persona que posea espiritualidad tiene madurez para la vida, sentido común de las cosas que se mezcla con el carácter y la voluntad de dicha persona permitiendo con ello que las mismas puedan ser más centradas en sus principios, valores y, por ende, en sus acciones en la vida. 

Más tarde, en agosto de este mismo año escribí otro artículo que titu
lé “Somos los responsables directos del deterioro sistemático de nuestra única Casa Común”, preocupado por el reporte presentado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), quienes el 9 de agosto del año 2021, publicaron un comunicado que ha dejado preocupado a todos los gobiernos, científicos y medio ambientalistas del mundo, respecto a los cambios en el clima en todas las regiones del planeta.

Recientemente se ha realizado la cumbre COP26 (que es la Conferencia entre partes) celebrada recientemente en la ciudad de Glasgow, Escocia entre el 31 de octubre al 12 de noviembre, 2021;  tenía como propósito, reunir a las partes interesadas para acelerar la toma de decisiones tendientes hacía la acción inmediata en el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París (2016), y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992).  El compromiso es que todos los países acuerden trabajar juntos para poder limitar el calentamiento global a muy por debajo de los 2 grados y apuntar a 1,5 grados, y adaptarse a los impactos de un clima cambiante y a su vez contar con los recursos suficientes y disponibles para cumplir con estos objetivos.

Pero ¿Qué se espera de los países participantes de la COP26? Compromiso recio con los objetivos que se persiguen en la misma, y cito algunos:

1.- Se les pide a los países que presenten ambiciosos objetivos de reducción de emisiones para 2030 que se alineen con alcanzar el cero neto a mediados de siglo.  Esto significa acelerar la eliminación del carbón,  reducir la deforestación, acelerar el cambio a vehículos eléctricos, Fomentar la inversión en energías renovables.

2.- Adaptarse para proteger comunidades y hábitats naturales.  Proteger y restaurar ecosistemas Construir defensas, sistemas de alerta e infraestructura y agricultura resilientes para evitar la pérdida de hogares, medios de vida e incluso vidas.

3.- Movilizar la financiación. Para cumplir por lo menos con los dos primeros objetivos, los países desarrollados deben cumplir su promesa de movilizar al menos $ 100 mil millones en financiamiento climático por año para 2020.  Las instituciones financieras internacionales deben desempeñar su papel y necesitamos trabajar para liberar los billones de dólares en finanzas de los sectores público y privado necesarios para asegurar el cero neto global.

4.- Trabajar juntos para cumplir.  Se podrá hacer frente a los desafíos de la crisis climática si trabajamos juntos. Se debe finalizar las reglas detalladas que hacen operativo el Acuerdo de París.  Acelerar la acción para abordar la crisis climática a través de la colaboración entre gobiernos, empresas y sociedad civil.

Viendo estos objetivos de la COP26, y donde nuestro presidente de la república junto a otros 99 presidentes del mundo, hizo presencia y participó, debe adaptar sus políticas públicas con urgencia notoria a esta nueva realidad. No contamos con el tiempo y no podemos seguir con más de lo mismo colaborando con la destrucción de nuestra casa común.

Debemos tomar decisiones más asertivas y radicales. Y repito como profeta en el desierto: Asegurarnos que el Programa Nacional de Restauración Forestal sea una política de estado y que la ciudadanía y organismos no gubernamentales en general los conozcan y ayude a la implementación del mismo.  “Que esa primera contribución determinada a nivel nacional (CDN1), que recoge el fortalecimiento y los nuevos compromisos climáticos para cumplir con el Acuerdo de París, que conlleva un enfoque integrado de adaptación y mitigación; y que cuenta con compromisos en 10 sectores prioritarios (energía; bosques; gestión integrada de cuencas hidrográficas; sistemas marino-costeros; biodiversidad; agricultura, ganadería y acuicultura sostenible; asentamientos humanos resilientes; salud pública; infraestructura sostenible y economía circular)”1 Se divulguen y promuevan la participación ciudadana en toda la república de estos temas.

Señor Presidente Laurentino Cortizo, usted fue testigo de los álgidos temas de la cumbre, mueva las acciones de su gobierno hacía estos objetivos de la cumbre y dejemos a nuestros hijos y nietos una heredad valiosa para la posteridad.

 

Rev. Pbro. Manning Maxie Suárez +

Eco Teólogo

Posee un Diplomado Superior en Ecología Integral.

Miembro de la Red de Universidades Panameña de Desarrollo Sostenible.

Miembro de la Red Universitaria para la Casa Común.

 

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1.- Aporte en el artículo de la periodista Yelina Pérez Sánchez sobre “Cumbre de cambio climático persigue logros concretos ante clamor ambiental” Estrella de Panamá 11.03.2021

“¿Y si la palabra ecología la hubiera definido una mujer?”

Próxima parada: “¿Y si la palabra ecología la hubiera definido una mujer?”

http://blog.creaf.cat/es/conocimiento/parada-ecologia-definicion-swallow-mujer/

8 de marzo 2021

La primera parada de esta sección pasa en el siglo XIX y lleva nombre de mujer: Ellen Swallow. Nos ambientamos en el siglo XIX, fotos en blanco y negro, la academia científica americana del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y la alemana, dominadas por hombres con barba, chalecos negros y relojes de bolsillo.

Ellen Swallow (1842-1911), después de terminar sus estudios de ciencia para mujeres en el Vassar College for Women (Nueva York), presentó su candidatura en el MIT, entonces exclusivamente de hombres, y fue admitida. Una vez allí, se especializó en temas de química ambiental investigando sobre la contaminación de aguas. Su mirada, sin embargo, no se quedaba en el laboratorio sino que traspasaba el nivel ético y pragmático, pensando siempre en los impactos entre las actividades del hogar y el ambiente social y ecológico.

 Mientras Ellen batallaba para encontrar su lugar en el MIT, hace más de 150 años, surgía la primera definición del concepto ecología. Concretamente, el término ecología fue definido (inicialmente en alemán, en ese momento, neologismo, Oekologie, en 1866) por Ernst Haeckel (1834-1919), biólogo y naturalista alemán. La palabra Oekologie viene del griego Oikos, que significa, hogar o lugar donde vivir, y por tanto, la idea inicial de Haeckel al describir esta ciencia era que trata sobre el organismo y el lugar donde vive, el ambiente. Finalmente, Haeckel definió la ecología como “el conjunto de relaciones entre un organismo y su ambiente“, y también como “una relación dinámica entre las especies y sus hábitats”. Incluso, podemos disfrutar de su definición más artística de la ecología a través de las muchas láminas de dibujo naturalista que hizo.

 El término ecología aparece, por tanto, en el seno de los estudios clásicos de la historia natural, pero también bajo una fuerte influencia de las corrientes evolucionistas recientes propiciadas por los trabajos de Charles Darwin y Alfred Russel Wallace. 

 Si ahora nos trasladamos a una universidad del siglo XXI y hacemos el recorrido por la definición de la palabra ecología a lo largo de la historia, normalmente no aparecen referencias a ninguna mujer. Pero en la historia de la definición de este término en realidad destaca también el nombre de la protagonista de esta parada: Ellen Swallow, contemporánea a Haeckel.

 La definición de Haeckel no fue muy utilizada inicialmente, ni siquiera en Alemania, y Ellen Swallow fue la primera persona en, dos décadas y media después, utilizarla por primera vez en EEUU. Ella concebía el término ecología focalizado en los humanos y las condiciones ambientales creadas por los humanos. También se focalizaba en las consecuencias que tenía sobre la salud de las personas vivir en aquellas condiciones (Dyball & Carlsson 2017).

 Concretamente, ella definió la ecología como un concepto muy ligado a las personas: “la ciencia de las condiciones de salud y bienestar de la vida humana diaria” (Dyball & Carlsson 2017). Una pariente también Swallow (2014) describe cómo, incluso, Ellen Swallow escribió a Ernst Haeckel pidiéndole permiso para usar el término y él se lo concedió. En el año 1892 el término Oekologia, sin un uso definido por el Ernst Haeckel, tomaba una nueva forma gracias a la nueva definición de Ellen Swallow: la ciencia de las condiciones sociales y ambientales cotidianas propicias para el bienestar humano (Swallow 2014).

 Sin embargo, no pasó ni un año, en 1893, y el British Medical Journal ya reivindicó el término Oekologia como “la exploración de los interminables fenómenos de la vida animal y vegetal tal como se manifiestan bajo condiciones naturales” (Sanderson 1893 ). A partir de ese momento no hubo duda de que la definición aceptada era la de Ernst Haeckel y la definición de ecología de Ellen Swallow no se aceptó. Además, su definición quedó eclipsada por la de Haeckel y éste creó la base para el resto de definiciones que se han ido produciendo hasta la actualidad. Hasta tal punto que, aún hoy, en la mayoría de definiciones de ecología de los libros de texto se denota cierta desvinculación entre los humanos y el resto de especies y de la figura de Ellen Swallow no queda ni rastro.

 Son diversos los motivos por los que esto ocurrió, según los biólogos Dyball y Carlsson (2017). En primer lugar, la ciencia de aquel momento estaba dominada por los hombres y había mucha reticencia a aceptar la propuesta de una mujer frente a la de un hombre. Además, la propuesta de Ellen Swallow permitía la implicación de personas no científicas, ingenieros/as, gestores/as, profesores/as y del mundo de los negocios. Por otra parte, la propuesta de rama de la ciencia que proponía Ellen Swallow tenía ética, se preocupaba por las personas enfermas, con enfermedades, malnutrición. Su ciencia estaba enfocada a cambiar el mundo, no sólo a grabar y tomar nota de procesos y observaciones, como la ciencia más puramente objetiva solía proponer. Desde una perspectiva ortodoxa, estas implicaciones eran inadmisibles por la academia científica del momento.

 ¿Ellen Swallow se adelanta hace ya 150 años al concepto One Health?

 Actualmente, el cambio global, es decir, los efectos y los motores de cambio que los humanos hemos producido y estamos produciendo sobre ecosistemas, comunidades y poblaciones, y sus procesos e interacciones, son uno de los principales temas de investigación en la ecología. En cambio, si echamos un vistazo a la bibliografía clásica de la ecología, son pocos los libros con contenidos donde aparezca también el ser humano como factor del ecosistema. Esto entra en conflicto con la realidad. 

 Por suerte, en las recientes décadas, el cambio global también se incluye como unidad dentro de los temarios de las asignaturas de ecología y aparece en los libros de texto más modernos, aunque a menudo, aún se le dé poca importancia. Así, queda claro cómo, ya en el siglo XIX, una mujer de ciencia se avanzaba a nuestros tiempos haciendo énfasis en la importancia de incluir a los humanos y el bienestar humano en el estudio de los ecosistemas. 

 Hoy uno de los temas de mayor actualidad en el mundo de la investigación científica es el concepto de One Health, impulsado principalmente por la ONU, con la idea de que hay una sola salud y que la salud humana está conectada y depende de la salud de los ecosistemas y los seres vivos que los habitan. En fin, otra versión del concepto de ecología humana, un concepto que ya en 1892 fue descrito por primera vez por Ellen Swallow.

 ¿Qué hubiera pasado si la academia científica del siglo XIX, dominada por la visión androcéntrica, hubiera aceptado la definición de Ellen Swallow, basada en la idea de One Health, teniendo en cuenta a los humanos dentro de los ecosistemas, implicando a diferentes disciplinas y sectores no científicos y con un punto de vista hacia la justicia global, con ética y preocupándose por los efectos de las acciones humanas sobre los ecosistemas y como éstas afectan a la salud humana? Aún diría más, ¿y si se hubiera conseguido huir de la competitividad androcéntrica de la ciencia y se hubiera cooperado haciendo una definición que integrara el punto de vista propuesto por el Ernst Haeckel y el de Ellen Swallow?

 Pues, que ya haría más de 150 años que habríamos estado haciendo investigación en ecología con una mirada transdisciplinaria, perspectiva de género, de transferencia y con ética, trabajando de la mano con aspectos políticos, económicos y educativos. Vaya, que quizás ya haría tiempo que estaríamos haciendo una ciencia con Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

 ¿Qué encontraremos en la nueva sección “Próxima parada: ecología”?

 Cuando subes al tren de la ecología, nunca sabes donde te llevará. El destino final es la ecología, transdisciplinaria por definición, y por tanto, llena de descubrimientos de nuevos mundos y territorios a través de diferentes disciplinas. La transdisciplinariedad, que implica una mirada global más allá de los límites entre disciplinas, incluye todo el conocimiento involucrado y sus relaciones (Saura-Mas et al. 2021). Y eso no quiere decir que la ecología no pueda ser también interdisciplinaria o multidisciplinaria, pero ahora ya entraríamos en otro tema, que vale más que dejemos para otra parada.

 El tren de la ecología tiene parada en estaciones remotas y también en puntos de intersección de vías llenas de conexiones con muchos otros trenes y destinos. Durante el trayecto que hoy os presento, nos serán fieles compañeras de viaje la transdisciplinariedad, la perspectiva de género y la justicia ambiental. Además, en cada parada encontraremos recomendaciones de algún recurso audiovisual o de lecturas para quien quiera profundizar en el paraje. La recomendación de esta parada es:

SAURA-MAS, SANDRA. A Look into ecology. 2019. https://www.coursera.org/lecture/women-environmental-biology/a-look-into-ecology-H2qHc. In: SAURA-MAS, SANDRA; VIDAL, ANDREA; FERRÁNDIZ, MARIONA; SOLER-MEMBRIVES, ANNA; LLUGANY, MERCÈ; ARMENGOL, GEMMA; RAMON, ANNA. Women in environmental biology. MOOC-Coursera. https://www.coursera.org/learn/women-environmental-biology

Referencias citadas:

DYBALL, ROBERT & CARLSSON LIESEL. 2017. Ellen Swallow Richards: mother of human ecology? Human ecology review, Vol. 23 (2): 17-29. Doi: 10.22459/HER.23.02.2017.03.

SANDERSON, J. B. 1893. On the origin of biology and its relation to the other branches of natural scienceBritish Medical Journal, 2(1707), 613–617. doi.org/ 10.1136/bmj.2.1707.613

SAURA-MAS, SANDRA; BARRERA, JAUME; ÁLVAREZ, IOLANDA; BLANCO-ROMERO, ASUNCIÓN; RITONDALE ELENA. 2021. Co-teaching transdiciplinario: experiencias docentes. Servei de Publicacions Universitat Autònoma de Barcelona. ISBN: 978-84-490-9345-6. Bellaterra. In press.

SWALLOW, PAMELA. 2014. The remarkable life and career of Ellen Swallow Richards: Pioneer in science and technologyHoboken, NJ: Wiley.

 

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El NO de la Dignidad


Por: Dr. 
Miguel Antonio Bernal

         Antes de ayer, 23 de octubre, se cumplieron exactamente 44 años que la dictadura militar reinante en Panamá, impuso, en ausencia absoluta de libertades democráticas, el llamado “plebiscito” para lograr el “respaldo” a los Tratados Carter Torrijos,

Con las libertades conculcadas y más de 300 panameños en el exilio, la dictadura militar de Torrijos, todos los medios de comunicación amordazados, la “aprobación” de los tratados canaleros, pasó más fácil que un camello por el ojo de una aguja.

La Unión Patriótica Femenina, integrada por un grupo de ciudadanas luchadoras contra el militarismo,  difundieron –clandestinamente, el siguiente texto que mantiene total vigencia:

“Quizá porque no comprendo el poder, el mecanismo or el cual unn hombre o una mujer se sienten investidos o se ven investidos del derecho de mandar sobre los demás y de castigarles si no obedecen. Venga de unsoberano despótico o de un presudente electo, de un general asesino o de un líder venerado, veo el poder como un fenómeno inhumano y odioso,,,

Nunca se sabe dónde empieza y dónde termina el poder…la única cosa es que no se le puede controlar y que mata tu libertad.

Creo también mi deber recordarle que, en la misma medida que no comprendo el poder, comprendo a quien  se oone al poder, quien censura el poder, quien replica al poder, sobre  todo a quien se rebela contra el poder impuesto por la brutalidad.

La desobediencia hacia los prepotentes la he considerado siempre como el único modo de usar el milagro de haber nacido.

El silencio de los que no reaccionan e incluso aplauden, lo he considerado siempre como la muerte verdadera de una mujer o de un hombre.

Y oídme: el  más bello monumento de la dignidad humana es el que ví sobre una colina del Peloponeso.  No era una estatua, no era una bandera, sino tres letras que en griego significan NO. Hombres sedientos de libertad las habían escrito entre los árboles durante la ocupación nazifascista y, durante treinta años, aquel NO había estado allí, sin desteñirse con la lluvia o el sol. Después los coroneles lo hicieron borrar con una capa de cal. Pero, enseguida, cual por sortilegio, la lluvia y el sol disolvieron la cal. Así que, día tras día, el NO reaparecía, terco, desesperado, indeleble.

Este escrito no pretende ser nada más que lo que es” No quiere prometer nada más que lo que promete.  Pero debeis leerlo teniendo presente ese NO que reaparece terco, desesperado, indeleble, entre los árboles de una colina del Peloponeso”

(Tomado del libro ‘Entrevista con la Historia’ de Oriana FALLACI

 

Lo que no se dice de la separación de Colombia

Por Olmedo Beluche 

 Érase una vez una empresa de capital francés que inició las obras para construir un canal por el istmo de Panamá, allá por 1880. Pero la Compañía Universal del Canal Interoceánico, como la llamaron, fue dando tumbos hasta que, en 1888, paralizó la construcción.  

¿Por qué? Los niños de primaria en Panamá saben que “la culpa fue del mosquito que producía la fiebre amarilla”. Los de secundaria, los que estudian, caen en cuenta que también le falló el diseño a Fernando de Lesseps, que intentó un canal a nivel que se estrelló contra el Corte Culebra. Muy pocos, a nivel universitario, se enteran de que hubo u tercer culpable: la corrupción. 

Sí. Los gerentes franceses de la compañía resultaron ser unos pillos que le robaron millones de francos a los incautos inversionistas de clase media en Francia que compraron acciones de esta empresa creyendo que el canal los inundaría de riquezas. El escándalo, que fue asociado al nombre de Panamá, llegó a los estrados judiciales siendo condenados a penas de cárcel varios directivos. 

Pero los pillos siguen siendo pillos y no se componen ni con la cárcel. Algunos de los directivos y accionistas mayoritarios idearon un plan para seguir chupándole la sangre al Canal de Panamá. En 1892 – 94, se dieron a la tarea de reorganizar la empresa bajo otro nombre, la Compañía Nueva del Canal Interoceánico. Lo primero que gestionaron fue una prórroga para terminar la obra. Una prórroga de diez años que culminaba en 1904. Anote la fecha. 

Pero un sinvergüenza nunca deja de serlo, así que estos señores nunca pretendieron, ni juntaron capital suficiente para completar la obra. Solo buscaban ganar tiempo para vender sus “derechos” a un tercero, y así sacar hasta la última gota del negocio. ¿Quién tenía interés, capacidad para comprarles las acciones y continuar la obra? El gobierno de Estados Unidos de América. 

En 1894, los franceses tuvieron la buena idea de contratar a uno de los abogados más influyentes en la política y en los negocios del naciente imperio norteamericano: William Nelson Cromwell. La firma Sullivan and Cromwell, que todavía existe, estaba bien ligada a capitalistas como J. P. Morgan, la General Electric y otros negocios de alto peso en Wall Street. De su seno salieron políticos influyentes como los hermanos Allan y John Foster Dulles, que dirigieron la Agencia Central de Inteligencia (CIA). 

Gracias a ese contrato que hizo la Compañía Nueva, y a que en manos de ese bufete estaban las acciones de la Panama Rail Road Co., o Compañía del Ferrocarril de Panamá, tanto Cromwell como la firma de abogados jugaría un papel inconfesable en los sucesos de 1903. 

La última década del siglo XIX se caracterizó por lo que se ha llamado fase imperialista del capitalismo, cuando las grandes potencias se repartieron el mundo para asegurarse fuentes de materias primas y mercados. Estados Unidos terminó de dar su salto con la Guerra de 1898 contra España a la que le arrebató sus últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Las Filipinas. Al poseer territorios e intereses en Asia, los norteamericanos se vieron compelidos a dar urgencia a la construcción de un canal que permitiera a su armada naval cuidar sus intereses en ambos océanos. 

Entre1894 y 1903 las autoridades norteamericanas negociaron con franceses, colombianos y nicaragüenses. Aquí es donde el papel de Cromwell se hizo clave. Por un lado, unió a un grupo de capitalistas norteamericanos para comprar en secreto un gran grupo de acciones de la Compañía Nueva, que estaba devaluadas.  Plan que denominó “Americanización del Canal”. Se afirma que invirtieron 3.5 millones de dólares por unas acciones que revenderían a su gobierno por 40 millones de dólares. Buen negocio, ¿verdad? 

La participación de prominentes empresarios y políticos norteamericanos en este negociado fue lo que en verdad inclinó la balanza a favor del canal por Panamá, y no como pinta el mito de las supuestas estampillas con volcanes de Nicaragua que habría regalado Bunau Varilla a los senadores.  

Una vez listo el grueso del asunto había que proceder con los detalles, así que Teodoro Roosevelt, buen amigo de Cromwell, exigió a Colombia el cese de la Guerra de los Mil Días, sentó a los dos partidos, liberales y conservadores, en la mesa y con su mediación salió el Pacto de Neerlandia y el del acorazado Wisconsin en noviembre de 1902.  

Siguiente paso, obligar al embajador colombiano a firmar un tratado sin mucha consulta con su país. El 22 de enero de 1903 se firmó el Tratado Herrán-Hay, que contenía: lo que se llamaría Zona del Canal con jurisdicción norteamericana; un pago de 40 millones de dólares a los accionistas “franceses” (y norteamericanos); 10 millones de adelanto a al estado colombiano, y Panamá por supuesto; y una anualidad de 250 mil dólares cuando el canal estuviera en funcionamiento. 

Los colombianos y panameños decentes de aquel tiempo sabían leer y sumar, y no eran menos listos que los actuales, así que empezaron con los cuestionamientos: ¿Cómo vamos a partir el Istmo por la mitad y ceder la soberanía a una potencia extranjera allí? ¿Eso no contradice la constitución y el derecho internacional? ¿Por qué a Colombia le tocan 10 y a los accionistas 40? ¿Con qué derechos si ellos solo poseen una concesión que vence en un año y un poco de chatarra en un hueco a medio excavar? ¿Pero si la Compañía del ferrocarril ya paga 250 mil de anualidad, ahora que se quedarán con ella y tendrán el canal seguirán pagando lo mismo? 

Todo esto se lo preguntaban panameños tan ilustres como los liberales Carlos A. Mendoza y Belisario Porras, y conservadores como Juan B. Pérez y Soto y Oscar Terán, entre otros. Esa era su opinión a mitad de 1903, al margen de si algunos cambiaron posteriormente. El crecimiento del rechazo al tratado, a nuestra manera de ver, llevó al juicio sumario y fusilamiento de Victoriano Lorenzo, el 15 de mayo de 1903, fue una advertencia para acallar cualquier intento de resistencia. 

Cuando Cromwell advirtió que podía fracasar el tratado en el Congreso colombiano, empezó a montar el Plan B: separar a Panamá de Colombia y nombrar una Junta de Gobierno leal a sus intereses que legitimara el tratado. Para ello recurrió a sus subalternos en la Compañía del Ferrocarril: José A. Arango, abogado residente de la empresa, y Manuel Amador Guerrero, funcionario a sueldo del ferrocarril. 

Prepararon el plan, pero dándole hasta el último momento la oportunidad al Congreso colombiano de aprobar el Tratado Herrán-Hay. La separación sólo sucedería si no se aprobaba el tratado y no tenía otro móvil que el tratado. Todo el cuento de que los colombianos nos tenían “olvidados” fue inventado después y no era verdad, éramos uno de los departamentos más importantes y con mayor influencia en Colombia. 

Cuando el senado colombiano resolvió no aprobar el tratado, sino proponer a Estados Unidos esperar hasta 1904, a que los franceses perdieran su concesión, sacarlos del medio, para que le pagaran 25 millones de dólares al estado colombiano, Cromwell empezó a ejecutar su Plan B y convocó a Amador Guerrero a Nueva York a finales de agosto. 

Esperaron para actuar hasta el 30 de octubre, cuando el Congreso colombiano cerró sus sesiones sin aprobar el tratado. En ese momento, Roosevelt dio la orden de mover sus acorazados al Istmo por ambos mares. Diez acorazados y miles de soldados norteamericanos invadieron Panamá desde el 3 de noviembre y días sucesivos. Detallito que no cuentan a los niños en la escuela. 

Quienes hacen frente a los soldados colombianos que llegaron a Colón la madrugada del 3 de noviembre, son el administrador yanqui de la Compañía del Ferrocarril, coronel Shaler y las tropas del acorazado Nashville, que instalaron nidos de ametralladoras. El 5 de noviembre fue decisiva la llegada del acorazado Dixie a Cristóbal con 500 soldados norteamericanos. 

Quien se imagina a los “próceres” dirigiendo al pueblo contra los “opresores colombianos”, mejor que deje de leer cuentos infantiles. La foto que describe el hecho es que la izada de la bandera panameña en Colón el 6 de noviembre estuvo a cargo de un oficial de inteligencia norteamericano vestido de gala, llamado Murray Black. 

La otra foto está dada por el Tratado Hay-Bunau Varilla, firmado no por casualidad 15 días después, que contenía todo lo repudiable del Tratado Herrán-Hay, pero empeorado. La otra foto la encontramos el artículo 136 de la Constitución de 1904, que permitía que Estados Unidos interviniera en todo el territorio ístmico con la excusa de imponer el orden público. 

Cromwell y sus socios obtuvieron los 40 millones de dólares, pero además él recibió del estado norteamericano otra cantidad millonaria por la Panama Rail Road Co. Para coronar sus ambiciones y probar su control sobre el gobierno panameño, fue nombrado como cónsul y agente fiscal de Panamá en Nueva York. A alguien del gobierno panameño se le ocurrió que de los 10 millones de dólares que le tocaban a Panamá, convenía separar 6 millones para crear un Fondo de la Posteridad, que sería invertido en bienes inmobiliarios y especulación financiera en Estados Unidos. Adivinen quién administró ese fondo por décadas. 

Es evidente que el 3 de noviembre de 1903, ni nos hicimos independientes ni soberanos, nos convertimos en colonia o protectorado de Estados Unidos. Situación contra la que tuvieron que pelear generaciones de panameños que sí lucharon por la independencia, como los jóvenes heroicos del 9 de Enero de 1964. 



 

Al borde del abismo y en sentido equivocado

Por: Guillermo Castro

https://www.jornada.com.mx/2021/09/23/opinion/002a1edi

Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), lanzó una fuerte advertencia a los líderes mundiales al inaugurar el debate anual de alto nivel de la Asamblea General de ese organismo. Para el jefe de la diplomacia global, es necesario hacer sonar la alarma porque estamos al borde del abismo y actuando en el sentido equivocado; el mundo nunca ha estado tan amenazado o tan dividido.

Guterres sostuvo que enfrentamos la cascada de crisis más grande de nuestras vidas por la confluencia del cambio climático, la pandemia, así como las amenazas a la paz y a los derechos humanos. Para conjurar esta crisis multidimensional, dijo, es urgente un nuevo contrato social que permita superar seis brechas: la de la paz entre y dentro de los países, la del clima, la existente entre pobres y ricos, la brecha de género, la de confianza entre gobernantes y gobernados, y la generacional.

Los datos que sustentan la existencia y profundidad de tales brechas resultan demoledores. Por citar sólo dos casos, el abismo entre ricos y pobres es tal, que mientras los multimillonarios hacen turismo espacial –que para colmo, tiene un altísimo costo ambiental–, más de 800 millones de personas pasan hambre; por su parte, la doble división generacional y de confianza política es tal, que 60 por ciento de los jóvenes se sienten traicionados por quienes dicen representarlos.

Pero acaso la más lacerante de estas desigualdades es también la que sería más fácil de remediar con un mínimo de voluntad, sentido común y ética: aquella que ha marcado las posibilidades de supervivencia de los habitantes del planeta ante el Covid-19 de acuerdo con su riqueza personal y la del país en que viven. Por ello, Guterres no dudó en calificar de obsceno y de ser una acusación moral del estado de nuestro mundo el que una mayoría más rica ya esté vacunada –y, cabe agregar, ya esté recibiendo incluso terceras dosis, sin que haya comprobación científica de su utilidad– cuando más de 90 por ciento de la población africana sigue esperando por su primera dosis.

Lo denunciado por el secretario general es nada menos que un extravío civilizatorio, a resultas del cual la humanidad se enfila a una catástrofe irreversible en material ambiental, al tiempo que se asfixia en una pandemia para la que no hay siquiera una fecha tentativa de solución. Paradójicamente, el mejor indicador de la exactitud de este diagnóstico, cuyo origen último se achacó a la ausencia de solidaridad, se halla en el vacío que el discurso de Guterres mereció en los medios, enfocados en resaltar la nueva era de la diplomacia anunciada por el presidente Joe Biden, y que no consiste sino en la enésima redición del intransigente imperialismo estadunidense.

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Desde nosotros

 


Guillermo Castro H.

 

La filosofía de la praxis no sólo pretendía explicar y justificar todo el pasado sino también explicarse y justificarse históricamente a sí misma, es decir, era el “historicismo” máximo, la liberación completa de todo “ideologismo” abstracto, la conquista real del mundo histórico, el comienzo de una nueva civilización.

Antonio Gramsci

 

Al reflexionar desde el presidio político -entre fines de la década de 1920 y comienzos de la de 1930- sobre la formación de lo que llamó la filosofía de la praxis, Antonio Gramsci empieza por aludir a una tesis clásica planteada por Vladimir Lenin década y media antes.[1] “Se afirma”, dice Gramsci, que la filosofía de la praxis “ha nacido en el terreno del máximo desarrollo de la cultura de la primera mitad del siglo XIX, cultura representada por la filosofía clásica alemana, la economía política inglesa y la literatura y la práctica políticas francesas. Y añade:

 

En el origen de la filosofía de la praxis se encuentran estos tres movimientos culturales. Pero ¿cómo se debe entender esta afirmación? ¿En el sentido de que cada uno de estos movimientos ha contribuido a elaborar respectivamente la filosofía, la economía y la política de la filosofía de la praxis? ¿O bien en el de que la filosofía de la praxis ha elaborado sintéticamente los tres movimientos, es decir, toda la cultura de la época, y que en la nueva síntesis, cualquiera que sea el momento que se examine, momento teórico, económico, político, se vuelve a encontrar, como “momento” preparatorio, cada uno de los tres movimientos?

 

Y concluye: “Así lo creo, precisamente.”

En efecto, para Gramsci la filosofía de la praxis presupone “todo este pasado cultural, el Renacimiento y la Reforma, la filosofía alemana y la Revolución francesa, el calvinismo y la economía clásica inglesa, el liberalismo laico y el historicismo que se encuentra en la base de toda la concepción moderna de la vida.” En esa perspectiva, dice, la filosofía de la praxis

 

es la coronación de todo este movimiento de reforma intelectual y moral, cuya dialéctica es el contraste entre cultura popular y alta cultura.(c:gc) Corresponde al nexo de Reforma protestante más Revolución francesa: es una filosofía que es también política y una política que es también filosofía. Está atravesando todavía su fase popular, folklórica: suscitar un grupo de intelectuales independientes no es cosa fácil, exige un largo proceso, con acciones y reacciones, con adhesiones y disoluciones y nuevas formaciones muy numerosas y complejas

 

Lo más esencial, aquí, radica en que la filosofía de la praxis “es una concepción nueva, independiente, original, pese a ser un momento del desarrollo histórico mundial, es la afirmación de la independencia y de la originalidad de una nueva cultura en incubación, que se desarrollará al desarrollarse las relaciones sociales.” Por lo mismo, en su desarrollo opera “una combinación variable de lo viejo y lo nuevo, un equilibrio momentáneo de las relaciones culturales correspondiente al equilibrio de las relaciones sociales”.

A esto se debe que, en cada momento de su desarrollo, esta filosofía solo puede presentarse inicialmente “con una actitud polémica y crítica, como superación del modo de pensar precedente y del pensamiento concreto existente (o del mundo cultural existente)”. Por ello, debe presentarse ante todo “como crítica del ‘sentido común’ […] y, por tanto, de la filosofía de los intelectuales,” que puede ser considerada “como la ‘punta’ del progreso del sentido común, por lo menos del sentido común de los estratos más cultos de la sociedad y, a través de éstos, también del sentido común popular.”

       ¿Cómo se expresan estas observaciones en el proceso de formación de un pensar orientado a la transformación de la realidad en un sentido revolucionario en nuestra América?

¿Se hace descartando todo lo que en un momento dado parece merecer los adjetivos de reaccionario y obsoleto? ¿O desde la ampliación constante de los espacios de expresión de las raíces que expresan nuestros procesos de formación, desde los saberes comunitarios indígenas y campesinos hasta el liberalismo democrático radical de José Martí, el socialismo indoamericano de Mariátegui y la teología de la liberación, por citar apenas algunas?

Difícil tarea esta, en una región en la que, al decir de Gramsci, la base del desarrollo cultural acusa el influjo de “los cuadros de la civilización española y portuguesa del 1500 y del 1600, caracterizada por la Contrarreforma y por el militarismo parasitario”, cuyas cristalizaciones intelectuales afloran en la crisis que vivimos. Fue desde una circunstancia tal que Martí planteó a comienzos de la década de 1890 la necesidad de una revolución democrática antimperialista de liberación nacional, y de los medios políticos y morales para lograrla, mientras Mariátegui, en la de 1920, llegó al concepto de un socialismo indoamericano que expresaba – sin él saberlo - el vínculo entre el modo de producción en su sentido más abstracto, y la formación económico-social concreta del Perú.

Han quedado atrás los tiempos de la condescedencia de una ortodoxia – en el mal sentido del término – que se permitía vincular al primero -en el mejor de los casos-, a una pequeña burguesía cuyo progresismo aspiraba a una unidad de clases sociales imposible, o al peruano que lo incorrecto de pensar siquiera que al socialismo no le bastaba con ser marxista-leninista en nuestra América, sino que debía ser sobre todo creación heroica, y no copia ni calco. Lo importante, hoy, es que ambos – y tantos más - han sido absueltos por la historia, y aún nos enseñan la importancia del pensar lo político desde la ética, y de la propia identidad como base de la unidad en la lucha por las transformaciones sociales que nuestros pueblos demandan, a sabiendas o no.

 

Alto Boquete, Panamá, 7 de septiembre de 2021

Señor, haznos Instrumentos de tu paz


Por: Rev. Pbro. Manning Maxie Suárez +

El próximo 4 de octubre, el mundo cristiano celebra con gratitud los 795 años de la vida y obra de un gran hombre, “Giovanni Francesco Bernardone”, oriundo de Asís y quien vivió entre los años 1182 al 1226 d.C., fue un gran santo, mejor conocido como hoy como San Francisco de Asís.   Muchos estudiosos de su vida, hablan de él como un gran místico y un gran predicador.  No era conocido como un hombre intelectual a pesar de que venía de una familia rica de esa localidad, al contrario de ello fue mundano en su juventud y despreocupado de las cosas importante de la sociedad de su tiempo.  Pero en la guerra de Asís, su pueblo natal contra Perugia, ciudad de Italia central, capital de la provincia de Perugia y de la región de Umbría, Italia donde estuvo encarcelado por más de un año y enfermando de gravedad su situación le permitió reflexionar sobre su vida dando un cambio radical a la misma.

Entregado al Señor Jesús, y estando en el monte Alverno, Francisco sintió un dolor mezclado con placer; y en su cuerpo aparecieron las marcas de la crucifixión de Cristo, mejor llamadas los estigmas, signos profundos de esa relación de amor que tenía con nuestro Señor Jesucristo. Resultado de la misma, a Francisco se le atribuye muchas poesías y cánticos como el Cántico de las criaturas en 1225,
  y aquella hermosa oración sobre la paz que dice: “Señor, haznos instrumentos de tu paz. Donde haya odio, sembremos amor; donde haya ofensa, perdón; donde haya discordia, unión; donde haya duda, fe; donde haya desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, gozo. Concede que no busquemos ser consolados, sino consolar; ser comprendidos, sino comprender; ser amados, sino amar. Porque dando, es como recibimos; perdonando, es como somos perdonados; y muriendo, es como nacemos a la vida eterna. Amén.  San Francisco de Asís, llegó a ser canonizado en el año 1228. Y en 1980, el papa Juan Pablo II, le proclama patrón de los ecologistas.

De esta oración sale el clamor de un hombre santo pidiéndole a Dios que nos dé el don de ser “Instrumento de su paz”.  Esa misma paz, que Jesús prometió a sus apóstoles y discípulos a través de estos dos últimos siglos.  La palabra paz, tan antigua como el mundo, en el idioma original de la biblia antigua (Shalom) significa lo opuesto de la turbación, la cesación de la guerra, pero puede referirse también a esas relaciones profundas entre Dios y el hombre como señala san Pablo en su carta a los romanos “Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,”[5,1].

Hoy más que nunca necesitamos escuchar la súplica de san Francisco en nuestra tierra bendita, vivimos hoy día en un mundo inseguro y nuestro pueblo en las calles de nuestro país se sienten sin paz.  Pero la Paz no vendrá a nuestras vidas a través de la aplicación de una política pública o a través de un decreto ejecutivo o de una orden directa del ministerio de Seguridad Pública de nuestra nación.  La verdadera paz solo viene de Dios, es una dádiva, un carisma, un don y se da al hombre cuando este reconoce su necesidad de la presencia de Dios en su vida.  Solo cuando el Espíritu de Dios nos inunde podremos ver en nuestras vidas y en las vidas de los que tocamos con nuestras acciones el fruto de esa paz, sembrando en los mismos amor; perdón; unión; fe; esperanza; luz; y gozo.  Podremos entonces consolar; comprender a los demás y amar a todos.

Cuando el Espíritu de Dios nos inunde con su presencia, por medio de su  gracia Dios perdona nuestros pecados, ilumina nuestras mentes, aviva nuestros corazones y  fortalece nuestras voluntades, convirtiéndonos en signos externos y visibles de una gracia interna y espiritual, dados por Cristo mismo como medios seguros y eficaces por medio de los cuales recibimos esa gracia día tras día, como nos enseña el catecismo convirtiéndonos en verdaderos “Instrumentos de su Paz”.

El Papa Francisco y líderes cristianos de nueve Iglesias de otras denominaciones recientemente en el vaticano, se reunieron para orar juntos y se comprometieron a colaborar para llevar el mensaje de paz al mundo y en especial al Líbano.  También en otras ocasiones ha citado a los mismos el día en que se celebra la festividad de San Francisco de Asís para orar por la paz del mundo, Ojalá que este año sus plegarias sean escuchadas y el mundo logré vivir en la paz de Dios. Envíanos Señor al mundo como “Instrumentos de tu paz”.

Sacerdote

Somos los responsables directos del deterioro sistemático de nuestra única Casa Común.


Por: Rev. Pbro. Manning Maxie Suárez +

Preocupante e inquietante es la situación del clima en nuestro planeta, que viene haciendo estragos en la vida y la economía de todos los países del mundo.  Pareciera ser que ahora sí hemos cruzado esa línea de “no sustentabilidad de la vida” y que no importa lo que hagamos en estos momentos como humanidad, vamos a tener que pagar caro los estragos que le hemos realizado al planeta con nuestros modelos socio económicos y de tendencia extractivista, que vienen desde la época de la industrialización y que no permiten que haya una reducción sustancial y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero. 

El 9 de agosto del año 2021, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicó un comunicado que ha dejado preocupado a todos los gobiernos, científicos y medio ambientalistas del mundo, respecto a los cambios en el clima en todas las regiones del planeta.  En dicho informe, Hoesung Lee, Presidente del IPCC, comenta y cito: “Muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes en miles, sino en cientos de miles de años, y algunos de los cambios que ya se están produciendo, como el aumento continuo del nivel del mar, no se podrán revertir hasta dentro de varios siglos o milenios”.  Necesitaríamos, tomando las medidas y políticas pertinentes, entre 20 y 30 años para lograr que las temperaturas mundiales se estabilizasen, según el informe del Grupo de Trabajo I del IPCC, Cambio Climático 2021.

A qué no vamos a enfrentar si no lo hacemos, sobrepasaríamos el nivel del calentamiento global de 1,5 ºC o incluso a 2 ºC en las próximas décadas.  La Copresidenta del Grupo de Trabajo I del IPCC, Valérie Masson-Delmotte señaló que “Ahora tenemos una visión mucho más clara del clima pasado, presente y futuro, lo que es fundamental para entender hacia dónde nos dirigimos, qué se puede hacer y cómo podemos prepararnos.”

Cuando leía este informe, me preguntaba a lo interno, ¿Cuántos panameños y residente de esta república conocen esta información?, ¿Sabrán nuestras autoridades de gobierno como las diferentes Ong´s lo que se nos va a venir encima y qué ya los países del norte como los de Europa y Asia están viviendo?  Válgame Dios, yo leo noticias y las veo por los medios locales e internacionales y no he visto el mínimo interés de los mismos sobre el tema.

Necesitamos tomar decisiones más acertivas y radicales.  Necesitamos decirle a la ciudadanía que el reciclaje en este país debe ser obligatorio y a partir de ayer; Debemos eliminar los carros que consumen gasolina y Diesel y movernos hacía los autos eléctricos y solares; Que el consumo eléctrico sea de fuentes hidroeléctricas y de sistemas eólicas; Eliminar del mercado los insumos plásticos contaminantes; Que la reforestación sea una ley obligada y permanente hasta que reforestemos todos el país, etc, etc.  Es decir, ir creando una “Cultura Verde” que se promueva desde la infancia para que las nuevas generaciones vivan en armonía con la madre tierra.

Aquí jugará un papel de suma importancia todo el sistema educativo panameño incluyendo las Universidades del País.  Existen ya en Panamá grandes esfuerzos por parte de algunas Universidades sobre el este tema y me refiero a la Universidad Tecnológica Oteima que tiene como lema “Vive Verde”, esta Universidad tiene en su sede de David, todo su sistema eléctrico conectado a paneles solares dando un ejemplo sin igual a otras instituciones.  Además, cuenta con el Centro Batipa de Investigación y Formación para el Desarrollo Sostenible con la idea de contribuir a la creación de un polo científico y tecnológico para el desarrollo sostenible en el occidente de la república de Panamá.  Este Centro cuenta con el reconocimiento y el apoyo de Senacyt, la Fundación Natura y de la fundación de la Ciudad del Saber.  Un ejemplo a seguir de Innovación en las Academias de Panamá.

El cambio climático ya afecta de múltiples maneras a todas las regiones de la Tierra. Todo aumento del calentamiento exacerbará los cambios que estamos experimentando”, declaró el Copresidente del Grupo de Trabajo I del IPCC, Panmao Zhai. El informe al que hemos hecho referencia nos señala que tenemos solo 20 años para tratar de revertir un poco los daños, no tenemos mucho tiempo.  Necesitamos del compromiso del gobierno y la sociedad civil para lograr dar nuestro grano de arena en la redención de nuestra Casa Común. 

Eco Teólogo

Sacerdote

Caminar una milla extra por Panamá

Por: Rev. Pbro. Manning Maxie Suárez +


Por todas partes en este país por donde caminemos, encontramos una situación tétrica y dantesca en los diferentes distritos y corregimientos de nuestra hermosa nación. La cuarentena necesaria, el cierre de miles de negocios y el desempleo galopante que ya suma el 20%, son algunas realidades con las que nos encontraremos. El Coronavirus y sus diversas variantes, nos ha sometido a todos en una batalla singular que está acabando con las pocas esperanzas de este pueblo como con la estabilidad mental de muchas personas. La informalidad se ha incrementado y como ya sabemos, 2 de cada 3 empleos en Panamá es informal. Nuestra economía en general está cada día más caótica pareciendo que la esperanza de días mejores se disipan en el horizonte. 

En medio de esta desesperación colectiva, hace falta que “nuestros líderes”, a todos los niveles, se empoderen con extraordinaria determinación y fe, debemos comenzar a levantar a nuestra nación del fango en que nos encontramos.  Las soluciones no la tienen ni el poder ejecutivo y mucho menos el legislativo, el poder para cambiar nuestra situación se encuentra en la voz del pueblo “Vox Populi, Vox Dei”, y es esa voz que nos llama ahora, que nos convoca a realizar un verdadero “Sacrificio Colectivo” donde el esfuerzo extraordinario de todos nuestros hombres y mujeres nos inviten a dar esa milla extra por Panamá.

En su momento histórico el presidente de la nación norteamericana John F. Kennedy exhortaba a su pueblo con aquella frase que quedó en la historia de esta nación: “No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país”.  Los que vivimos en esta nación, debemos responsabilizarnos por el futuro de la misma, necesitamos agarrar al “Toro por los Cachos”, y asumir nuestro papel histórico dando lo mejor de nosotros de manera pro activa.  Es el momento, como decía el inglés Winston Churchill de hacer nuestro sacrificio con “sangre, sudor y lágrimas”.  Debemos, la sociedad panameña buscar nuestro rumbo, nuestro norte y comprometernos en la construcción de una nación que respete y cumpla con las leyes de nuestra carta magna, para que vivamos con un corazón íntegro de manera que deseemos lo mejor para cada persona que viva en esta gran nación.

Hace dos mil años, un hombre que vivía en la antigua y sometida palestina por el imperio romano, Jesús de Nazareth dijo a su pueblo como una de las grandes máximas evangélicas lo siguiente: “Si te obligan a llevar carga una milla, llévala dos.” (Mateo 5, 41).  Este pasaje que se suman a aquellos valores que Jesús compartió después de dar su sermón del monte (Mateo 5), y que los cristianos de todos los tiempos deben seguir como una guía para su vida diaria, debe obligarnos a todos a tomarlos para sí como parte de nuestro código de conducta en esta vida.

Dice este pasaje del evangelista Mateo “Si te obligan a llevar carga una milla, llévala dos” (v 41).  Hoy, esa voz del pueblo, que es la voz de Dios, nos está pidiendo que escuchemos como pueblo, la voz del hijo de Dios: Jesús de Nazareth.  Necesitamos, por Panamá “Caminar esa milla extra por Panamá”.  Y como en tiempos de guerra, cansados, hambrientos, heridos y enfermos sigamos luchando por levantar a nuestra nación contra este horrible virus que ya ha cobrado la vida de más de seis mil quinientos (6,500.00) panameños. 

Oremos a él diciendo: “Omnipotente Dios, que nos has dado esta buena tierra por heredad: Humildemente suplicamos tu ayuda para mostrarnos siempre como un pueblo reconocido de tu favor y gozoso de hacer tu voluntad. Bendice nuestro país con labor honorable, conocimiento íntegro y costumbres virtuosas. Guárdanos de toda violencia, discordia y confusión; de orgullo, arrogancia y de todo mal camino. Defiende nuestras libertades, y forja un pueblo unido de las multitudes que han venido aquí de las diversas naciones y lenguas. Inviste con el espíritu de sabiduría a quienes en tu Nombre confiamos la autoridad del gobierno, para que haya justicia y paz en el país y que, por medio de la obediencia a tu ley, manifestemos tu alabanza entre las naciones de la tierra. En tiempo de prosperidad, llena nuestros corazones de gratitud, y en el día de la angustia, no permitas que nuestra confianza en ti desfallezca; todo lo cual te pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.  Ánimo Panamá.

Eco Teólogo

Sacerdote

Oración tomada del Libro de Oración Común de la Iglesia Anglicana