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El gran negocio detrás del aceite de palma



www.diagonalperiodico.net/N°278/2609-051016



Consumes aceite de palma cada día, pero es probable que nunca lo hayas visto físicamente. Ni sepas que detrás de este producto hay una historia de deforestación, desplazamiento de poblaciones, explotación laboral, inversiones de fondos públicos y grandes beneficios para unos pocos. El proyecto de investigación del colectivo de periodistas “Carro de Combate” destapa todo lo que hay detrás de este líquido rojo.



“Nos parecía muy interesante hablar del aceite de palma porque es un producto del que la población general apenas tiene información. Parece que no lo consumimos”, explica Aurora Moreno, una de las autoras de la investigación. Ha sido a raíz de un cambio en la regulación europea de etiquetado cuando este producto se ha hecho más visible. “Hasta hace poquito se podía poner en la lista de ingredientes simplemente aceite vegetal. Ahora tienen que poner qué tipo de aceite utilizan. Por eso pensamos que era un momento muy oportuno, porque muchos consumidores se iban a dar cuenta de que el aceite de palma está en todas partes”, explican desde Carro de Combate.



Lo primero que sorprende es descubrir que la mitad de los productos procesados que consumimos contiene aceite de palma. Lo encontramos en las galletas, chocolates, bollería, dulces, margarina y sopas envasadas, por ejemplo. Pero también está presente en productos de higiene como champú, gel o pasta de dientes, y a partir de él se puede producir biodiésel. Esto nos puede dar una idea de la importancia que esa materia prima ha alcanzado en la economía mundial. “Está muy alejado de nosotros, porque no se produce en las zonas donde vivimos y, sin embargo, lo consumimos masivamente”, destacan las investigadoras.



Pero ¿por qué aceite de palma y no otro? Hace 30 años apenas se producía un millón y medio de toneladas, y hoy en día es el aceite más consumido del mundo, con un tercio de la producción mundial. El cultivo de palma no sólo es sencillo, sino que tiene unos rendimientos por hectárea mucho mayores que otras plantas productoras de aceite, explican. Además, en los países en desarrollo era más fácil y barato continuar ampliando sus cultivos en bosques vírgenes que mejorar la productividad de los que ya había. Por eso la expansión de la palma aceitera se ha dado a costa de bosques de alto valor ecológico, pues ambos necesitan las mismas condiciones climáticas para existir. “La devastación ha sido inmensa en países como Indonesia y Malasia, que controlan, a día de hoy, el 86% de la producción mundial”, apuntan.



La investigación de Carro de Combate ha llevado a Nazaret Castro, Laura Villadiego y Aurora Moreno a rastrear las plantaciones de palma no sólo en Asia, sino también en América Latina y África, para descubrir los impactos de este monocultivo. Ahora presentan sus primeras conclusiones.



Incendios y esclavos



En el sudeste asiático, el cultivo de palma se relaciona con la deforestación, los incendios masivos, las inundaciones y los problemas de abastecimiento de agua. “Indonesia sobrepasó en 2012 a Brasil en la rapidez con la que pierde sus bosques y tiene ahora la tasa de deforestación más elevada del mundo”, indican. 1,7 millones de hectáreas fueron arrasadas en 2015 por unos fuegos que se repiten cada año. “Quemar el suelo es la forma más rápida de limpiarlo. Por eso la utilizan”, explica Laura Villadiego. Y por este motivo Indonesia es, además, el tercer emisor mundial de gases de efecto invernadero, por detrás de Estados Unidos y Brasil.



En cuanto a Malasia, el gran drama tiene el rostro de trabajadores migrantes: “La mayor parte son de Indonesia. Trabajan en situaciones muy cercanas a la esclavitud. Generalmente, estas grandes plantaciones tienen en medio un pueblecito en el que viven. Y en muchos casos no pueden salir de ahí, están literalmente retenidos, y para asegurarse que así sea les confiscan los pasaportes”, explica Villadiego. En el caso de Malasia, estos trabajadores migrantes no tienen derecho a casarse o registrarse legalmente. Generalmente tras 10, 15, 20 años acaban teniendo relaciones con mujeres locales. “Ha nacido una generación completa de niños apátridas que no pueden ser reconocidos legalmente, porque la legislación no lo permite. Algunas estimaciones hablan de incluso 50.000 niños sin nacionalidad por esta cuestión”, denuncia.



En América Latina, Colombia es el mayor productor, por delante de Ecuador. En estos países, las plantaciones de palma han sido potenciadas desde el Estado, siendo el único cultivo subvencionado. Al no tratarse de una producción tan competitiva en los mercados internacionales como la asiática, lo que intentó la industria palmera fue crear mercados nacionales de agrocombustibles, con un importante apoyo gubernamental. “Se ha publicitado la palma como alternativa a los cultivos ilícitos –coca y marihuana– cuando en realidad no es así. Donde se está plantando palma antes se plantaban cultivos para la alimentación local, como yuca, maíz y árboles frutales”, explica Castro.



Además, este cultivo ha entrado de la mano, en muchos casos, de grupos paramilitares. “En Colombia, el auge de la palma de aceite ha llegado de la mano de la brutal violencia de los paramilitares, que, con total impunidad, sembraron el terror en varias regiones del país a finales de los años 90 y obligaron a desplazarse a pueblos enteros en territorios como el Chocó o Montes de María”, relata Castro. “Donde antes había tierras fértiles para el cultivo de alimentos que convivían en armonía con la vegetación local, ahora hay sólo palma. En esos territorios la palma es, más que un lucrativo negocio –que también–, un modelo para el control del territorio”, explican en su informe.



Pérdida de autonomía



En Ecuador, por su parte, la palma se está promoviendo como alternativa de desarrollo para la selva amazónica. Pero, como denuncia Castro, “cuando la palma entra, no sólo destruye la biodiversidad de ese territorio, también la capacidad de esas comunidades para poder desarrollar sus formas de vida”. La palma necesita muchos nutrientes y tras ella el suelo queda destruido, “difícilmente se puede plantar después ninguna otra cosa”, destaca la investigadora. Con ella coincide Nathalia Bonilla, activista de la organización Acción Ecológica en Ecuador: “Pasados los 25 o 30 años que permanece productiva la planta, los campesinos han perdido la riqueza de su suelo y han visto cómo se contaminaban sus fuentes hídricas al tiempo que han perdido autonomía, porque lo que antes podían vender por sí mismos a los consumidores, ahora sólo tiene un comprador posible: la empresa palmera a la que pertenece la planta procesadora”.



En zonas con un grave problema de desempleo es sencillo convencer a la población: “Esas inversiones llegan con el discurso de fomentar el desarrollo local y crear puestos de trabajo, así que la gente lo empieza a ver como una forma de desarrollarse. Tienen quejas, pero se las callan; no hay un discurso de resistencia”, reconoce Castro. Pero algo no encaja, como explica el profesor de la Universidad Andina Carlos Larrea: “El banano emplea diez veces más trabajadores por hectárea que la palma aceitera. Si lo que se espera es que la palma sea la solución al agudo problema del desempleo en [la región ecuatoriana de] Esmeraldas, la apuesta parece equivocada”.



En el caso de África, aunque se trata del territorio originario de la palma, las grandes plantaciones industriales comenzaron en los últimos diez años. La producción se concentra en la zona occidental, en países como Camerún. La industria ha descubierto un territorio con gran potencial de crecimiento, dado que allí encuentran mano de obra barata, población que conoce cómo trabajarla y gobiernos muy dispuestos.



En contrapartida, “está habiendo una respuesta bastante organizada, en Camerún al menos, de defensores del medio ambiente y de pueblos autóctonos y protegidos, como los pigmeos”. Contra una de las principales empresas francesas del sector, por ejemplo, sus trabajadores se han organizado en seis países y han mantenido reuniones en París con los dirigentes, explica Aurora Moreno.



Entre realidades tan lejanas y nuestra realidad diaria existe una conexión, y es nuestra cocina. Los mayores compradores de aceite de palma del mundo son viejos conocidos en nuestra cesta de la compra: las multinacionales Nestlé y Unilever. “Lo que no nos hace bien no es el aceite de palma en sí, sino esa falta de diversidad y esa manipulación de los alimentos. Nos alimentamos con unos pocos ingredientes, porque son los más rentables y más manejables para la industria”, insisten desde Carro de Combate. ¿Cómo huir de ellos? La clave, para estas investigadoras, está en cocinar más y comprar menos alimentos procesados. “No digo que comprando alimentos frescos estén ausentes de problemas, pero seguramente van a tener menos”, afirman. En definitiva, cocinar no deja de ser un acto político más.



Cooperación cómplice del negocio



El crecimiento meteórico de la industria palmera ha sido impulsado por las agencias de cooperación al desarrollo de diversos países europeos, el Banco Mundial y muchos fondos de inversión, como el Fondo Africano para la Agricultura. Estas instituciones han respaldado supuestos proyectos de desarrollo relacionados con la palma. Así ha sucedido en la isla de Sumatra (Indonesia) o en la R. D. del Congo, donde una empresa financiada por organismos de coopera­ción europeos, entre ellos la AECID española, ha sido acusada de acapara­miento de tierras y explotación de sus trabajadores. 



La “imbecilidad” de Peña Nieto y la capacidad de lucha del magisterio


Jorge Alonso

www.envio.org.ni/octubre2016



“No importa lo que Peña le haya dicho a Trump. No importan las justificaciones de esa visita. El hecho está consumado y muestra ya que la política en México ha dejado de existir devorada por la imbecilidad”. Esto escribió el poeta Javier Sicilia, dirigente del Movimiento por la Paz con Dignidad de la visita a México de Donald Trump. En esta particular coyuntura destaca aún más la lucha del magisterio nacional contra la reforma educativa impuesta por Peña Nieto



La lucha del magisterio mexicano, constante y decidida, demostrando una resistencia y convicciones a prueba de todo, se ha dado, y se sigue dando, en un contexto en el que el presidente Enrique Peña Nieto, pese a un dispendioso gasto mediático en publicidad, tiene la aceptación más baja que mandatario alguno haya tenido en la historia mexicana. Cada paso que da Peña empeora la situación nacional y deteriora más su imagen. 



LA INVITACIÓN DE PEÑA A DONALD TRUMP


Peña ha estado gobernando con un puñado de amigos corruptos e ineptos. Ha sido el responsable del desastre económico que ha llevado la deuda mexicana a niveles escandalosos para seguir teniendo recursos que garanticen el enriquecimiento ilegítimo de sus allegados. Ha devaluado el peso mexicano ante el dólar a niveles ínfimos, proponiendo un presupuesto en el que, para pagar esa exorbitante deuda, hace duros recortes a salud y educación, sin afectar los altos sueldos de la clase política.

Fue el ministro de Hacienda, Luis Videgaray, personaje clave del equipo presidencial, quien en realidad ha estado gobernando al tener a su cargo las finanzas públicas, y tal vez aduciendo información privilegiada, el que convenció a su amigo Peña para que invitara a México al candidato Donald Trump. Es masivo el consenso que califica esa invitación como un error monumental por los agravios que implicó para los millones de mexicanos radicados en Estados Unidos y para quienes vivimos en México y sentimos que Peña no nos representa.


Con esta decisión, el gobierno de México se inmiscuyó en la campaña del país vecino y relanzó la campaña de Trump en momentos en que venía decayendo. Después de la visita, la propaganda de Trump hablaba de Peña como alguien importante que lo apoyaba.


En este sentido, el saldo de la decisión de invitarlo es totalmente negativo porque si ganara Trump no moderaría su posición hacia México. Y si ganara Clinton, el hecho de que Peña haya impulsado a su rival, podría llevarla a cobrarse de alguna forma la afrenta.



JAVIER SICILIA: “LO QUE HIZO PEÑA ES IMBECILIDAD”


En México, el repudio hacia Peña ha sido mayúsculo. Se le compara al traidor Santana, el que entregó la mitad del territorio a los gringos.


No se le perdona que cuando tuvo enfrente a Trump no lo cuestionó, sino que se doblegó ostensiblemente ante él. Peña tuvo que aceptar la renuncia de Videgaray, y no tanto para desagraviar a los mexicanos indignados, sino para atemperar a los grandes ricos que están impulsando la campaña de Clinton y que mostraron también su enojo.


Para Javier Sicilia, poeta y dirigente del Movimiento por la Paz con Dignidad, la mejor palabra para describir lo que hizo Peña es “imbecilidad”. Éstos son fragmentos de lo que escribió Sicilia en la revista “Proceso”: “La vida política de México está llena de imbecilidad y de imbéciles. No sólo fue imbécil degradar lo poco que quedaba de la investidura presidencial invitando a Trump, el xenófobo, el enemigo de México, el apólogo de la segregación y del crimen. Es imbécil también querer ocultar la realidad de la violencia y de las violaciones a derechos humanos que vive México”. 


“Es imbécil negar que hay cientos de miles de desaparecidos y que, pese a los hallazgos hechos por la sociedad civil, no existen las fosas clandestinas fabricadas por el Estado”.


“Es imbécil destruir la vida de los pueblos y del medio ambiente de México, concesionando las aguas, las tierras y el aire del país al dinero de trasnacionales depredadoras. Es imbécil sostener en el poder y en la impunidad a gobernadores criminales porque así conviene a los intereses de los partidos y del Estado”.

LA VISITA DE TRUMP: LA PUNTA DEL ICEBERG


Sigue Sicilia: “La invitación a Trump no deja ya posibilidad para pensar otra cosa. Haberlo traído a la inmensa fosa común en la que nuestros gobernantes, en complicidad con el crimen organizado y gente como Trump en Estados Unidos, han convertido el país, es habernos dicho a nosotros y al mundo que ese imbécil tiene razón: que los mexicanos somos despreciables y que es bueno no sólo que nos devuelvan a los 11 millones que habitan en su territorio para perseguirlos y desaparecerlos, sino que es necesario también levantar un muro entre nuestras fronteras y evitar así su huida del campo de concentración mexicano”.


“No importa lo que el presidente le haya dicho a Trump en Los Pinos. No importan las justificaciones que se esgriman en relación con esa visita. El hecho está consumado y muestra ya, sin equívoco alguno, que la política ha dejado de existir devorada por la imbecilidad”.


“La imbecilidad con la que nuestra clase política gobierna desde hace décadas no ha dejado de producirnos daños también irreversibles que se miden en cientos de miles de muertos y desaparecidos, en inseguridad, miedo, maltrato, violación a derechos humanos, corrupción y miseria. Trump en México no fue más que la punta del iceberg de la imbecilidad que destruyó desde hace mucho la vida política y el esqueleto moral del país”.

“Es también la exigencia de que el país se merece una refundación nacional si quiere escapar de su ignominia. La inacción, en este sentido, es también una forma de la imbecilidad. Si la reserva moral, que aún queda en el país, no es capaz en su indignación de dejar por un momento sus diferencias ideológicas y protestar en las calles para decirle a Trump, a la presidencia y a las partidocracias corruptas que todavía hay una patria que defender, entonces la imbecilidad de Trump y de nuestra clase política habrán tenido razón contra nosotros”.



LA LUCHA EJEMPLAR DEL MAGISTERIO DISIDENTE


En esta particular coyuntura destaca aún más la lucha magisterial contra la reforma educativa impuesta por el “imbécil” Peña Nieto. En el verano de este 2016 se vio con toda claridad la esencia de esa reforma: la voracidad depredadora de los de arriba por destruir derechos laborales y mercantilizar la educación.


Los maestros de educación básica y media han tenido en México una larga historia de lucha. Después de varias irrupciones que cristalizaron en diversas organizaciones, hace 73 años surgió el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el más grande de América Latina.


Muy pronto, el régimen lo corporativizó, impuso dirigentes y, a cambio de ciertas prestaciones, utilizó ese inmenso instrumento que llegaba con su presencia hasta los puntos más alejados del territorio nacional, para controlar los resultados electorales del partido de Estado.


Pronto surgió la resistencia interna y hubo luchas por la democratización y por el bienestar de los trabajadores, que siempre fueron reprimidas. A finales de 1979 surgió la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) con un perfil democrático. Pronto se fue independizando de la tutela oficial, organizando secciones en varios estados del país.


Muchas han sido las batallas de la CNTE para democratizar una estructura autoritaria. A partir de 2013 sus luchas adquirieron un nuevo cariz cuando se impuso una de las reformas neoliberales comandada por Peña Nieto: la reforma educativa.



EL FUNDAMENTADO RECHAZO A LA REFORMA EDUCATIVA


Los maestros que se opusieron a la reforma demostraron con gran cantidad de datos fundamentados y con documentos cómo esa reforma provenía de las directrices de los centros internacionales de poder que, con el afán de mantener las ganancias del capitalismo, todo lo han ido convirtiendo en mercancía, avanzando los procesos privatizadores.


La reforma fue impulsada e impuesta en México por poderosos grupos de empresarios que se dedicaron a denigrar a los maestros y a exigir un control sobre ellos que atentaba contra sus derechos laborales. La reforma no mejoraba la calidad de la educación ni la colaboración y el trabajo colegiado, y promovía el individualismo y la competencia.


El Estado abandonaba su responsabilidad en resolver las necesidades materiales de la educación pública y, con el engaño de una supuesta “autonomía”, trasladaba a padres y madres la responsabilidad del financiamiento y funcionamiento de las escuelas. Resultado: la educación básica dejaría de ser gratuita.

La reforma promovía en la educación pública una gestión empresarial. Utilizaba sobre el magisterio una evaluación punitiva y generalizada, sin tener en cuenta los diferentes contextos socioculturales del país. Y buscaba suplantar al actual magisterio con gente dócil a los intereses del gran capital.


El ex-rector de la UNAM, Pablo González Casanova, el obispo Raúl Vera y muchos más se pronunciaron contra la reforma educativa por violentar el espíritu y la letra de la Constitución en los artículos que salvaguardan la educación y el trabajo y por significar una ruptura del pacto social.


La criticaron por haber nacido de una acción autoritaria articulada al modelo neoliberal, por haber sido redactada de espaldas a la sociedad, y por no haber sido consensuada con el magisterio, que sostiene el sistema educativo nacional.


Desde el primer momento, la CNTE inició una fuerte resistencia contra la reforma educativa. Más recientemente, desde el día 15 de mayo, cuando en México se celebra el Día del Maestro, y hasta después de las fiestas patrias de septiembre, la CNTE ha desarrollado una intensa lucha de cuatro meses con una huelga nacional, paros, plantones, marchas, cortes de carreteras, toma de edificios públicos y boicot a grandes centros comerciales y trasnacionales.



HUELGA, BLOQUEOS, TOMAS, PAROS, MARCHAS...


Inicialmente, las autoridades dijeron que dialogarían con los maestros en lucha si previamente aceptaban la reforma contra la que precisamente luchaban. Esto, naturalmente, enconó el conflicto.


La lucha se inició primero en cuatro estados donde la CNTE ha sido hegemónica: Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán. Pronto se sumaron entidades del centro del país y hasta del norte y se hicieron marchas en gran cantidad de entidades federativas. A finales de mayo, 200 profesores universitarios dieron a conocer un documento en el que analizaban que la reforma educativa atentaba contra derechos constitucionales, tanto laborales como humanos de los docentes del país. Propusieron un debate nacional, y llamaron al gobierno a dialogar con la CNTE.


A principios de junio el rechazo a la reforma educativa fue ganando respaldo de otros sectores. En muchos puntos del país hubo marchas, bloqueos, tomas de oficinas públicas y se inició una caravana de varios días hacia la ciudad de México desde el sur del país. A mediados de junio, la CNTE acordó escalar el nivel de interlocución y llegar a las más altas esferas del gobierno federal. 


El gobierno reaccionó con mayor violencia deteniendo a importantes líderes sindicales con acusaciones como la de “robo de libros de texto”. Pensaron que metiendo en la cárcel de alta seguridad, como si fueran los peores criminales, a dirigentes de la CNTE se acabaría la lucha. No entendían que estaban ante una organización no piramidal, sino democrática. El magisterio disidente sumó a sus demandas la liberación de los maestros injustamente detenidos e incrementó su protesta. Entre muchos otros, el movimiento de Ayotzinapa reclamó al gobierno por la represión contra el movimiento de los maestros.



REPRESIÓN EN NOCHIXTLÁN, REACCIÓN INTERNACIONAL


El 19 de junio, después de un desalojo de maestros que bloqueaban un punto carretero, las fuerzas policiales se dirigieron hacia el poblado oaxaqueño de Nochixtlán, y dispararon contra la población que apoyaba al magisterio. El saldo fue de al menos ocho muertos y más de cien heridos. Y, aunque el gobierno dijo que los policías no iban armados, fotos de periodistas extranjeros los mostraron no sólo armados, sino disparando.


El gobierno se quiso justificar diciendo que hubo un enfrentamiento, pero lo que realmente hubo fue el ataque armado de varias policías (estatales y federales) contra la población, en tierra y desde un helicóptero. Las autoridades trataron de fabricar una versión falsa, como hicieron en el caso de Ayotzinapa.


La reacción nacional y mundial no se hizo esperar. Organizaciones académicas, eclesiales, populares, estudiantiles, de artistas, de centros de derechos humanos y de diversos sectores de la sociedad civil repudiaron la masacre, demandaron verdad y justicia y el cese de la represión. En varios puntos de México hubo manifestaciones masivas condenando la agresión y el uso desmedido y arbitrario de la fuerza policial. La Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos llamó al gobierno a realizar una investigación independiente, pronta, exhaustiva e imparcial de la represión ejercida en Nochixtlán.



“SANGRE NO, DIÁLOGO SÍ”


Firmes en su lucha, los maestros anunciaron que las movilizaciones proseguirían hasta que se instalara una mesa de diálogo con el Secretario de Gobernación, ya que el de Educación había sido incapaz de resolver el conflicto, que había llegado ya hasta el derramamiento de sangre.


El escándalo por la represión en Nochixtlán obligó al gobierno a aceptar dialogar con el movimiento de maestros. En las manifestaciones había carteles que decían: “Sangre no, diálogo sí”. En la mesa del diálogo los maestros, haciendo ver que el diálogo se había abierto gracias a las intensas movilizaciones que habían desarrollado, exigieron que cesaran los descuentos, despidos, ceses y evaluaciones punitivas ordenadas por la reforma educativa. Y plantearon que se trazara una ruta para construir un modelo que garantizara una educación pública integral.


El Presidente insistía en que la reforma educativa no estaba sujeta a negociación. Pero las protestas siguieron desarrollándose y ampliándose.


En 19 estados del país hubo marchas de médicos y enfermeras en solidaridad con el magisterio disidente. Los obispos de Chiapas pidieron que el gobierno escuchara a los maestros. Cada vez más sectores se sumaban a esta petición.


Como era de esperar, el sector empresarial intervino en el conflicto presionando al gobierno para que mantuviera la reforma y exhortándolo a utilizar la fuerza para deshacer los bloqueos de carreteras que hacían los maestros. Realizaron también una intensa campaña mediática argumentando que los bloqueos estaban produciendo un gran desabastecimiento. Varios reportajes de periodistas independientes mostraron que en los mercados populares había de todo y que los únicos perjudicados eran los grandes centros comerciales, pues en los bloqueos los maestros sólo obstruían los vehículos de las trasnacionales.



CRECE EL APOYO AL MAGISTERIO EN RESISTENCIA


A finales de junio, maestros sumisos a la dirección oficialista del sindicato empezaron también a rebelarse. Al iniciar julio el gobierno prometió reparación de daño en Nochixtlán. Y la CNTE seguía insistiendo en que para resolver el conflicto debía revisarse la reforma educativa.

Mientras el Secretario de Gobernación amenazaba con que el tiempo se había agotado y en breve retiraría por la fuerza los bloqueos que tanto molestaban a los empresarios, la CNTE advirtió que la violencia sólo reavivaría el conflicto. 


Decenas de alcaldes y autoridades locales agrarias rechazaron el ultimátum de Gobernación y defendieron a los maestros. Y los presidentes municipales oaxaqueños dijeron que tenían la intención de extender el movimiento a todos los municipios de la entidad. Indígenas juchitecos montaron una gran cocina comunitaria para apoyar la lucha de los maestros.

Después de 18 días de la masacre de Nochixtán, autoridades federales visitaron la localidad y prometieron la reparación integral del daño, pero la investigación no avanzaba.


Al cumplirse dos meses de estos hechos, pobladores, padres de familia y maestros de la CNTE hicieron una marcha en la capital del país exigiendo castigo a los responsables y denunciando que el gobierno estaba fabricando una mentira para explicar lo sucedido en Nochixtlán buscando hacer responsables a las víctimas. 


Se fueron conociendo detalles de lo sucedido en Nochixtlán. El hospital comunitario de la localidad sufrió ataques de las fuerzas armadas mexicanas y se convirtió en un hospital de guerra cercado por los militares, que intentaban ingresar a sacar heridos.


El visitador general de la Defensoría General de los Derechos Humanos de los Pueblos de Oaxaca calificó de parcial la investigación que realizaban miembros de la comisión legislativa de seguimiento a los hechos ocurridos en Nochixtlán, pues no escuchaban a todas las partes.


La comisión especial del Senado para el caso Nochixtlán entregó su informe a finales de agosto. El Comité de Víctimas de Nochixtlán lo cuestionó aduciendo que no contenía el testimonio de los afectados y sólo el de los agresores. Demandó la creación de una fiscalía para investigar el operativo con participación internacional que hiciera creíbles los resultados de la investigación. 



SIMULACIÓN DE ACUERDOS, “MESAS PLATICADORAS”


La lucha continuaba en varios puntos del país. El gobierno optó por montar una simulación de acuerdos entre el gobierno y la cúpula sindical oficialista que inicialmente aceptó la reforma educativa y que había venido asumiendo algunas demandas de los maestros disidentes. 


Previo a la reunión de diálogo con el gobierno el día 11 de julio los maestros disidentes volvieron a marchar para exigir que se dejaran atrás “mesas meramente platicadoras”, de las que no surgían resultados. Y plantearon la necesidad de un debate nacional para construir con todos los sectores una verdadera transformación del modelo educativo. 


La CNTE siempre ha exigido que se resuelvan tres demandas concretas: la suspensión permanente de la reforma, la construcción de un modelo integral de educación y la reparación inmediata de los efectos nocivos de la reforma. 



UNA RUTA PARA OTRO PROYECTO


La presentación por parte de la Secretaría de Educación de un nuevo modelo educativo y de planes y programas para los niveles de formación básica y media superior tensó el diálogo existente entre la CNTE y la Secretaría de Gobernación.


Especialistas en investigación educativa analizaron la nueva propuesta y la encontraron contradictoria e insuficiente para garantizar una auténtica educación y denunciaron que la reforma educativa atentaba contra el derecho de los niños a recibir una buena educación.


Los maestros disidentes presentaron un documento que titularon “Ruta del proceso de construcción del proyecto de educación democrática”, calificando la propuesta de la Secretaría de Educación como un fracaso. Advirtieron que los maestros de la CNTE no acudirían a los foros programados por la Secretaría de Educación porque no validarían un proceso amañado. 



UNA RESISTENCIA TRANSFORMADA EN CONFLICTO NACIONAL


Siguieron las marchas y los bloqueos carreteros y hasta llegaron a bloquear vías de ferrocarril. Los empresarios siguieron también intentando abortar cualquier plan que afectara la reforma educativa que ellos defendían. La organización empresarial Mexicanos Primero anunció que objetaría cualquier pacto contra la reforma educativa.


La Confederación Patronal de la República Mexicana presentó una solicitud para que se investigaran “las violaciones graves a los derechos humanos” causadas en varios estados por la CNTE, solicitando al gobierno no ceder ante los “chantajes” de los maestros disidentes. La Confederación de Cámaras Industriales se quejó de que las acciones de los maestros afectaban múltiples actividades industriales.


La arquidiócesis de México cuestionó las reformas estructurales del gobierno, entre ellas la reforma educativa, y la Conferencia del Episcopado Mexicano declaró que era prioritario abrir espacios para que gobierno y la sociedad decidieran los pasos a seguir en el conflicto sobre la reforma educativa. Señalaron que, siendo México una nación muy diversa, se requerían tratamientos diferenciados. A finales de julio, usando la técnica del “desplazamiento hormiga”, los maestros burlaron a la policía y lograron llevar su protesta hasta el Zócalo de la capital.


En unos años, la reforma educativa impuesta ha producido un conflicto que no sólo atenta contra la educación pública, sino que también ha trastocado la vida nacional.



SIGUEN LAS AMENAZAS, SIGUE LA RESISTENCIA


Expertos en educación recordaron que desde el sexenio de Vicente Fox la iniciativa privada buscaba cómo controlar la educación nacional. El escritor Adolfo Gilly hizo ver que la educación no es una industria ni un comercio ni un sistema bancario y financiero, basados en el capital. Y felicitó a los miles de maestros que habían permanecido durante meses a la intemperie en plantones, a las decenas que habían sufrido la cárcel y a quienes hasta habían perdido la vida en esa lucha.


El viernes 12 de agosto fueron liberados algunos dirigentes detenidos en la represión. La CNTE exigió que fueran liberados 75 presos políticos más. La iniciativa privada lamentó la excarcelación de los líderes magisteriales. Querían venganza. El Secretario de Gobernación advirtió que si el diálogo no funcionaba se utilizaría la fuerza.


El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación informó que, en lo que restaba de 2016, las autoridades no seleccionarían a los maestros que debían examinarse para ser evaluados y que el trámite sería voluntario, excepto para los profesores que obtuvieron malos resultados el año anterior. Sin embargo, anunció que en 2017 continuaría la evaluación obligatoria que impone la reforma educativa. Continuaba así un estira y afloja en el que predominaban las amenazas y se prolongaba el conflicto.



INICIA EL CALENDARIO ESCOLAR CON UN MAGISTERIO EN HUELGA


Comités estatales de padres de familia de Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Tlaxcala y ciudad de México marcharon el 13 de agosto desde el Ángel de la Independencia en la capital hasta la Secretaría de Gobernación exigiendo que se cumplieran los acuerdos alcanzados con la CNTE, a la que le dieron pleno apoyo en caso de que decidiera no iniciar clases el 22 de agosto, como marcaba el calendario escolar.

Ante los insuficientes resultados de las mesas de diálogo, la CNTE discutió con sus bases las medidas a tomar. El 18 de agosto la asamblea de la CNTE decidió mantener la huelga magisterial y no regresar a clases.


Los maestros argumentaban que más valía que se perdieran días de clase que no perder la educación pública. El gobierno declaró que no habría diálogo si no regresaban a dar clases. La CNTE le recordó al Presidente Peña que el gobierno había cerrado las mesas de diálogo mientras los maestros daban clases, por lo que no podrían creerle que si regresaban a dar clases se reanudaría el diálogo.


El 26 de agosto el gobierno anunció que despediría a cientos de docentes en varios estados. La CNTE respondió que esa intimidación lo único que lograría sería profundizar el conflicto y se comprometió a que, una vez resuelto el conflicto, aplicarían programas para que los estudiantes que no habían tenido clases las recuperaran. En Oaxaca la CNTE acordó iniciar el ciclo escolar 2016-2017 el 7 de septiembre.


En Chiapas, la CNTE decidió continuar con el paro de labores y seguir con bloqueos y tomas de comercios. Y dijeron que la llegada de miles de policías para intimidarlos no los amedrentarían. El 10 de septiembre la CNTE realizó marchas en varias partes del país, aclarando que el hecho de que cada sección decidiera autónomamente qué hacer no implicaba ninguna ruptura en el movimiento. La lucha iniciada a mediados de mayo adoptaría modalidades diversas según decidiera cada sección. Y la huelga magisterial seguía siendo el elemento central de su plan estratégico.



GRITOS DE INDEPENDENCIA Y DESFILES ALTERNATIVOS


El 15 de septiembre, en los festejos por la Independencia, el tradicional grito de “¡Viva México!” se celebró con actos y desfiles alternativos en varias ciudades. La CNTE levantó el plantón que tenía en la capital del país y los contingentes regresaron a sus estados para reiniciar una etapa de reorganización y reagrupación de la lucha magisterial.


En Chiapas, el CNTE acordó retirar el plantón que tenían en la capital del estado y regresar a clases el 19 de septiembre, basados en el compromiso de que la reforma educativa no se aplicaría en Chiapas en lo que resta del sexenio de Peña Nieto. Los maestros chiapanecos dijeron que se replegaban para tomar de nuevo impulso porque la lucha seguiría.


El 15 de septiembre la policía reprimió en Oaxaca a los maestros que querían dar el grito alternativo y hubo heridos. En Juchitán, durante los actos oficiales del desfile por la Independencia, maestros y estudiantes protestaron contra la reforma educativa. En Michoacán hubo vuelta a clases pero no cesaban las protestas.



ESTOS MAESTROS SON ESA “RESERVA MORAL”


La lucha sigue y seguirá. La CNTE debate los nuevos pasos a dar en vistas a cancelar la reforma educativa y evalúa que los cuatro meses de intensa lucha han sido fructuosos, pues han impedido la aplicación de la reforma y han demostrado que con ella no se busca un modelo educativo mejor.


El magisterio en lucha es expresión de esa “reserva moral que aún queda en el país”, como señaló Sicilia. El magisterio nos ha dicho que este país no sólo merece una educación gratuita y de calidad, sino “una refundación nacional si quiere escapar de su ignominia”.


INVESTIGADOR DE CIESAS OCCIDENTE. CORRESPONSAL DE ENVÍO EN MÉXICO.

Explicar el fracaso


Héctor Abad Faciolince



El escritor y columnista de El Espectador Héctor Abad Faciolince analiza en este texto los resultados del pasado 2 de octubre en el plebiscito por la paz.



Es muy fácil ser sabio el día después. Cuando ocurre lo que nadie se esperaba, ni siquiera los expertos, entonces los expertos salen (salimos) a explicarlo, serios como tahúres, y sin vergüenza alguna de no haberlo previsto antes. En un mundo globalizado lo que antes se llamaba, con pomposas palabras hegelianas, “el espíritu de la historia”, hoy lleva un nombre mucho más vulgar: “trending topic”, y lleva un # para indicar el hashtag. El “trending topic” (aquí decimos tendencia) que ganó en el plebiscito colombiano es bien curioso, un sí pero no: #SiALaPazPeroEstaNo. Yes but not. El contradictorio corazón humano entiende estos absurdos de la lógica formal.



Hay sabios que ahora dicen, por ejemplo, que el voto colombiano por el No al acuerdo de paz, se debe a la falta de educación y a la ignorancia de un pueblo que es manipulado por la mentira de los enemigos de la paz. O que votó poca gente por el huracán. Hay en esto algo de verdad.



Pero como lo mismo ha ocurrido en la culta Gran Bretaña con el Brexit, en Alemania con el castigo a Merkel por decir cosas sensatas sobre los refugiados, en los países de la primavera árabe con el voto mayoritario por los fanáticos religiosos, en Estados Unidos en vísperas de la elección de Donald Trump, me da la impresión de que la “ignorancia” de los colombianos no es buena explicación.



En realidad parecemos un pueblo muy adaptado al mundo contemporáneo, globalizado, y en el mismo “trending topic” de la tierra: la insensatez democrática. Si lo nuestro es ignorancia, forma parte de la misma ignorancia global, del primer mundo que destruye la idea de una Europa unida y en paz, del segundo mundo que elige una y otra vez al mafioso de Putin, y del tercer mundo del extremo oriente y el extremo occidente. América Latina, recuérdenlo, es el extremo occidente, con un alma tan misteriosa e incomprensible como la del extremo oriente. Tan misteriosa como la supuesta cultura del centro: la europea occidental que hoy persigue el suicidio como solución.

En Colombia, como en el mundo entero, la lucha democrática se juega entre una clase política vieja y cansada (bastante sensata, tan corrupta como siempre y desprestigiada por decenios de feroz crítica nuestra, de los “intelectuales”) contra otra clase política menos sensata, más corrupta que la tradicional, pero cargada de eslóganes y payasadas populistas. El populismo, la demagogia vulgar, ha arrasado en todo el mundo. Berlusconi fue el prólogo, porque en Italia son los magos del “trending topic” y se inventan todo antes. Vinieron Chávez, Putin, Uribe, Ortega. ¿Vendrán Trump y Le Pen? Quizá. Todos son demagogos perfectos, cleptócratas que denuncian a la vieja cleptocracia.



El pueblo prefiere votar por ellos con tal de cambiar. ¿Un salto al vacío? Sí. Es preferible el salto al vacío que el aburrimiento de la sensatez. La sensatez no da votos: produce bostezos. Y a lo que más le temen los votantes es a aburrirse. Un pueblo incapaz de aburrirse con buena música, con libros, con cultura, es un pueblo dispuesto a votar por cualquier disparate con tal de divertirse un rato; con tal de ver derrotados, pálidos y ojerosos a los políticos que, por llevar años en la televisión y en el poder, más detestan. Mejor cambiarlos por otros, aunque sean locos. Es una especie de borrachera, de viaje de drogas, de danza dionisíaca.



Y así nos toca asistir al trend topic de la insensatez mundial. Para ponerle un hashtag apropiado, propongo algunos: #QueGaneElDemagogo, #TodoMenosLaPolítica, #AFavorDelQueEstéEnContra. En fin, alguna cosa así: el espíritu de la historia. Los países que ya lo han ensayado, empiezan a salir, con una resaca horrenda. Venezuela ya no quiere seguir el experimento chavista, y tarde o temprano saldrá de la locura que los ha consumido económica y moralmente. Ya Italia vivió la penitencia de 15 años de Berlusconi y tal vez no quiera regresar a algo parecido con Beppe Grillo. A Gran Bretaña le llegó la resaca del Brexit al día siguiente, pero ya no sabe cómo evitar la pesadilla que la mayoría votó.



¿Qué haremos en Colombia? Estamos como estaría Estados Unidos al día siguiente del triunfo de Trump: atónitos, desconsolados y sin saber qué va a ocurrir. Pero quizá las cosas sean más sencillas. No tan hegelianas (el pomposo “espíritu de la historia”) sino más bien nietzscheanas: humanas, demasiado humanas. Todo sigue siendo una feria de vanidades. Si Uribe estuviera en el gobierno, habría firmado la misma paz con las FARC, aunque quizá sin nada escrito y con una dosis muy pero muy baja de verdad. A Uribe lo que menos le interesa es la verdad, pues en la verdad podrían salir muy salpicados él y sus amigos más íntimos. Pero en el fondo el acuerdo sería parecido. Para que ganara el no, ha dicho muchas mentiras que ni él mismo se cree: que el comunismo se tomará el poder, que ya viene el lobo del castrochavismo, que está en contra de la impunidad de los terroristas. Qué va, no es eso. Santos y Uribe quieren lo mismo: ser ellos, cada uno, los protagonistas del acuerdo, y que el protagonista no sea su adversario político. Es un asunto humano, demasiado humano, de pura vanidad. La paz sí, pero si la firmo yo.



Cambiar el Acuerdo de Paz, que es lo que el pueblo ha decidido al votar mayoritariamente por el no, es posible jurídicamente, pero muy difícil políticamente. El presidente Santos tendría que darle a Uribe uno o dos puestos en la mesa de negociación de La Habana. Los delegados de Uribe tendrían que obtener algo de las FARC (digamos dos años de cárcel), y todo esto a cambio de lo que tanto Uribe como las FARC quieren: una asamblea constituyente. Con una nueva constitución pactada con las FARC, Uribe podría nuevamente aspirar a ser presidente (lo que está prohibido en la constitución actual), y las FARC podrían ser un nuevo gran partido de la izquierda populista (estilo Ortega y Chávez). Así, todos contentos. Pero obviamente Santos no querrá que Uribe le quite el protagonismo. Así que no sabemos nada, y viviremos en un pantanero confuso hasta que haya elecciones y tengamos un nuevo presidente.



El 2 de octubre se acabó el periodo de Santos, el presidente que hizo el esfuerzo más serio por la paz y alcanzó a firmarla, para verla caer ocho días después. Gobernará por ley y por inercia hasta el 7 de agosto de 2018. Y el proceso de paz seguirá en un limbo de incertidumbre jurídica y real. Pero eso no importa, Colombia es el país en el que todo es provisional, todo es por el momento, mientras tanto. Un país hiperactivo y sobreexcitado, experto en drogas estimulantes: cafeína, cocaína, nicotina, alcohol.



No es que los encuestadores fracasaran al pronosticar el triunfo del sí: lo que pasa es que la gente contestó mentiras: les daba vergüenza votar por el no, pero votaron. Así como les da vergüenza decir que votarán por Trump, pero votarán. Los que votamos por el sí, soñábamos con “una paz estable y duradera”. La mayoría, el no, votó por una incertidumbre estable y duradera. Al fin y al cabo ese es el verdadero “trending topic” de Colombia, ahora y siempre: #UnaIncertidumbreEstableYDuradera. Como estará el mundo entero cuando amanezca el 9 de noviembre del 2016 y haya ganado Trump. Yo ya sé lo que se siente: miedo, tristeza y desesperación.

CUANDO SE RESPONDE A DOS JEFES  


Pocos días antes de escribir estas líneas leí un artículo referido a la República de San Marino (La Nación, Buenos Aires, 24 de octubre de 2016) donde se señalaba, como tal vez sepan los lectores, que “esta pequeño país, incrustado en la Italia moderna, es un enclave a poco más de 10 km de la costa adriática y a 150 km  al este de Florencia.”
“Los historiadores aseguran que es la república más antigua del mundo. Dicen que es la única donde se elige a dos jefes de Estado, llamados ‘capitanes regentes,’ que comparten el cargo más alto del país y sus responsabilidades… Una profesora señala que la idea de mantener un control sobre el poder era muy fuerte, dado que en comunidades tan pequeñas era importante que nadie lo tomara en exceso... La idea de tener a dos jefes de Estado en San Marino fue tomada de  la época de los cónsules en la antigua Roma. Eran dos para que uno controlara al otro. Era una forma de no concentrar demasiado poder en una sola persona.”
Si bien ocupar un cargo político no es lo mismo que ocupar un cargo en una empresa, la descripción de los párrafos anteriores me hizo recordar el hecho de que en el mundo empresarial se puede encontrar desde hace varias décadas situaciones en las que un empleado responde a dos -o más- jefes (y no a uno tal como recomendaban los escritores clásicos), como en el caso de las organizaciones matriciales.
En éstas últimas las situaciones pueden ser enfocadas desde dos puntos de vista: el de los dos jefes o el del empleado. En relación al punto de vista de los jefes, B. Tulgan se refirió a qué debería hacer uno de éstos cuando compite con otro por el tiempo y los esfuerzos de un determinado empleado (Too many bosses, Accounring Today. Septiembre de 2014). Citó al efecto a un ejecutivo que contaba con una larga trayectoria quién decía lo siguiente: “si un empleado me responde tanto a mí como a otro jefe, no dude que me aseguraré de que el empleado me considere a mí como el jefe al cual quiera complacer .“
Para lograr este objetivo mencionaba cuatro reglas sencillas, a saber: sea usted el gerente que a) nunca deja de hacer el seguimiento de las tareas y las responsabilidades que le asignara al empleado; b) organiza al empleado de modo tal que pueda llegar ser exitoso mientras que al mismo tiempo vigila su desempeño y le otorga el crédito y las recompensas que correspondan al logro de sus objetivos; c) observa con mucha atención los proyectos que el empleado lleva a cabo para otro gerente y le pregunta cómo interfieren estas tareas con las que le había asignado. Entre ambos deciden si el empleado podrá cumplir con lo requerido por el gerente que nos ocupa; y d) exige estándares de cumplimiento importantes sea cual fuere la exigencia del otro gerente. Le recuerda a su empleado con frecuencia y de manera entusiasta que es un gerente distinto al otro.
El otro punto de vista, el del empleado que responde a dos jefes, fue tratado en el boletín electrónico Knowledge@Wharton (The Multiple Boss Dilemma: Is It Possible to Please More than One?, 2 de septiembre de 2016). Este punto de vista puede ser negativo o positivo. El negativo se refiere a las precauciones que debe tomar el empleado “atrapado” en esta situación. Se señaló que “dado que sólo uno de los dos jefes se ocupará de le evaluación del desempeño del empleado, éste tiene que mantener contentos a los dos. El empleado también debe tener en claro dónde yace la lealtad y facilitar la comunicación. El problema se agrava cuando se manejan las expectativas de dos jefes que con frecuencia no se dirigen la palabra. Por tal motivo existe un cierto grado de ambigüedad: los dos jefes pueden suponer que cada uno de ellos tiene prioridad ante el empleado. Como cada uno quiere una parte de éste, el manejo de conflictos se convierte en un desafío importante. El empleado debe aprender a manejar los límites; de lo contrario será superado por los acontecimientos.” Otra opinión expresó que el mejor plan para el empleado “consiste en familiarizarse con los estilos gerenciales de cada jefe y ser proactivo en lo relacionado a comunicar a ambos cuánto trabajo tiene a su cargo.”
El enfoque positivo de un empleado que responde a dos jefes, expresado por un especialista, se refiere a los beneficios de la situación. Señaló que brindaba una oportunidad de aprender. “Se puede aprender lo bueno y lo malo y si el empleado quiere desarrollar una carrera gerencial puede aprender de los malos gerentes qué no hacer.” “Tener más de un jefe como en las organizaciones matriciales hace la vida más dura; pero también trae beneficios. Si el empleado sabe cómo conducirse puede obtener tanto una visión más amplia de la organización como del camino hacia un progreso en su carrera.”
Otra opinión expresó que hoy día “no es razonable esperar que en medio de una estructura matricial un gerente funcione como un mentor. Lo que un empleado emprendedor puede hacer es anticiparse a las necesidades de los jefes y tomar la iniciativa para solucionarlas. Si hace sólo lo que piden sus dos jefes, tarde o temprano esto no va a funcionar. No alcanza con ser obediente. Hay que preguntarles ¿qué debo hacer para usted y por qué?’ y ser capaz de atravesar límites internos y hablar a diferentes tipos de personas”.
Usted, lector ¿qué opina al respecto?



Guillermo S.  Edelberg DBA



Profesor Emérito, INCAE Business School



La escuela donde no se conjuga el verbo tirar  



www.ecoportal.net/020916



Octubre de 2013. Jaureguiberry, un balneario uruguayo de 500 habitantes.  El funcionario abre la carpeta y saca un folio con el orden del día. En torno a la mesa están sentados los once miembros de la liga de fomento de esta localidad, situada a 80 kilómetros de Montevideo.

La escuela donde no se conjuga el verbo tirar

Temas a tratar: luminaria, limpieza, caminería, escuela. El funcionario comienza por el último de estos puntos, la construcción de una nueva escuela, por la que esta comunidad lleva 25 años esperando. El diálogo se produce sin preludios formales:



— Y, ¿ya saben dónde van a construir la escuela rara?

— ¿Escuela rara?– dicen los vecinos, sorprendidos.

— Sí, la escuela rara– insiste el funcionario. La escuela inteligente.

— ¿Escuela inteligente?– replican los vecinos.



El empleado municipal saca entonces un papel donde figuraba el plano del proyecto, que definitivamente se parece a cualquier cosa menos al plano de una escuela. ¿Qué hacen tantos neumáticos en medio de aquellas paredes curvas? Toda una rareza que pilla desprevenido al vecindario. Rafael Muñiz, presidente de la liga de fomento, recuerda que por fortuna en uno de los márgenes de aquel boceto estaba escrito el número de teléfono de un tal Martín. “Y bueno, lo llamamos y apareció él, con un grupo de gurises”, recuerda Muñiz.



El tal Martín y los gurises —como se denomina aquí a los chavales— era un grupo de cinco amigos veinteañeros que un par de años antes se había reunido en un café montevideano para configurar las piezas de un plan: levantar una escuela sostenible, pública y rural —replicando uno de los modelos de bioarquitectura concebido por el estadounidense Michael Reynolds— a partir de materiales desechables.



“No son desechos”, corrige Jairo, de 12 años, a este reportero. “Es material reutilizable, que es distinto. No son desechos”, añade con tono solemne. A continuación, Jairo se explica: “Esta escuela está hecha con neumáticos viejos, botellas, latas y cartones, que ya fueron usados y nosotros los volvimos a usar. La escuela se alimenta sola. Usa la energía solar —agrega al tiempo que señala las placas fotovoltaicas colocadas en el techo— y el agua de la lluvia. La escuela nos cuida, pero nosotros tenemos que cuidarla también”. Maru, otra interlocutora de 9 años y alumna de la escuela como Jairo, nos acompaña hasta la galería cerrada que precede a las tres aulas y alberga un huerto orgánico con las frutas y hortalizas que abastecen al comedor escolar, habilitado en un predio comunitario contiguo a la escuela.



Ambos aprendieron en diversos talleres que la misma agua que riega este huerto en la escuela se emplea cuatro veces, en distintas fases. “Es agua de lluvia”, aclara Maru. Gracias a la inclinación del techo, el líquido se desplaza hasta los tres tanques ubicados en la parte posterior del edificio, con capacidad para 30.000 litros. Tras un proceso de filtración, los niños pueden beberla, lavarse las manos o regar el huerto. El agua sobrante llena las cisternas de los lavabos, la misma que luego de pasar por dos cámaras sépticas completa su ciclo al frente del edificio, soterradamente, regando las plantas y arbustos autóctonos que conforman un humedal.



La “escuela rara” ha llamado la atención de miles de visitantes desde su inauguración, en marzo pasado. Hace unas semanas, en pleno invierno uruguayo, se celebró una ajetreada jornada de puertas abiertas. “Hace un frío que pela”, rezongaba un señor antes de entrar al edificio, con el mate y el termo bajo el brazo. Un “frío que pela” es un combo de una temperatura de 6 ºC, con llovizna antojadiza y gélido viento oceánico que no deja pájaro a la vista. Pero dentro le esperaba una sorpresa: una temperatura de 20 ºC, sin aparato de aire acondicionado.



He aquí otra de las claves de la escuela, la orientación (hacia el norte) con el fin de absorber el poco o mucho calor del sol. Y otra más: el grosor de las paredes, auténticas masas térmicas que mantienen la temperatura interior, durante todo el año, entre 18ºC y 22ºC. Explicado esto, un joven voluntario guía a los visitantes hasta el fondo de la galería —mientras los niños tocan las plantas y descubren el olor de la albahaca y el perejil— para enseñarles un pequeño trozo enmarcado de pared, una especie de radiografía que deja al descubierto las entrañas del edificio: neumáticos, latas, botellas de plástico, arena, pedregullo y algo de cemento.



Para construir la escuela se utilizaron aproximadamente 2.000 neumáticos, 5.000 botellas de vidrio, 3.000 botellas de plástico y 14.000 latas de aluminio, además de cartón y nailon. Todo se juntó con la colaboración de empresas y cooperativas de reciclaje, así como de “puntos verdes” que fueron colocados en el balneario y también en Montevideo, aprovechando los festivales de música y otros eventos.



El otro 40% de la obra fue cubierto con materiales tradicionales, como arena, tierra, pedregullo, cemento, madera y los cristales de la gran galería invernadero.



Siguiendo el método de Reynolds, los neumáticos se rellenaron con arena o pedregullo y se colocaron en hileras de tres en la parte inferior, dos en la media y una en la superior. Botellas, nailon, cartón y latas sirvieron para rellenar todo hueco y luego el cemento cubrió el edificio para evitar que el sol tome contacto con las gomas. La parte posterior de la escuela sorprende a los visitantes con un gran terraplén que parece querer tragársela, pero que funciona como un gran caparazón aislante y por donde asoman las bocas de unos tubos que atraviesan el montículo y desembocan en las aulas para refrescar el ambiente en verano. Cuando afuera es normal que haga una temperatura de 38 ºC, dentro nunca supera los 22 ºC.



Se trata de la primera escuela sustentable de América Latina, nada menos, y así lo anuncia un gigantesco cartel en plena Ruta Interbalnearia, camino de Punta del Este, el más exclusivo de los balnearios uruguayos, por donde pasan cientos de miles de viajeros. El recinto, que tiene un total de 270 metros cuadrados, abrió sus puertas en marzo tras una maratoniana construcción (poco más de un mes), en una fiesta transmitida en directo por todos los telediarios. Allá estaban los 40 alumnos que tienen entre 3 y 12 años, los vecinos, los políticos y la ONG Tagma al completo, integrada por Martín Espósito y sus amigos, aquellos muchachos que una vez idearon este plan en un café montevideano.



Espósito recuerda que fue en 2011 cuando un amigo le recomendó que viese un documental, El guerrero de la basura, sobre Reynolds, su concepción de la arquitectura, su obsesión por reutilizar lo que el mundo descarta y su pacto irreductible con la naturaleza. Espósito, vinculado al activismo medioambiental, reunió a sus amigos para contagiarles la idea de construir una escuela pública, rural, tomando como referencia el Modelo Global, adaptable a cualquier clima, ideado por aquel arquitecto yanqui irreverente. Pero, ¿cómo convencer a Reynolds? Espósito le escribió un correo electrónico y nada. Envió un segundo y nada. El tercero tampoco tuvo respuesta. Un día llamó y le respondieron. Le dijeron que sí, pero que primero juntara la plata.



No se trataba solo de dinero. Había que encontrar el lugar y convencer a los gobernantes y a la comunidad, de las ventajas de aquella rareza destinada a convertirse en centro escolar. Para eso tuvieron que lidiar con la burocracia, tantas veces tosca y predispuesta a trabarlo todo. El proceso, cual novela kafkiana, duró cinco años. Pero ya tenían el sí de Reynolds. Así que crearon una ONG a la que llamaron Tagma. Luego formalizaron el proyecto y carpeta en mano recorrieron más de 50 empresas, hasta que una firma comercial local, Nevex, decidió cubrir la práctica totalidad de los 300.000 euros que costó el edificio.



“La escuela pública siempre ha sido el espacio democrático por excelencia en Uruguay y estamos convencidos de que puede ser el motor ideal para construir este cambio cultural”, sostienen desde Tagma. La carpeta dio tumbos por varias oficinas públicas, llegó a manos de intendentes, secretarios de intendentes, legisladores y secretarios de legisladores. Entre varios noes se abrió paso el sí de las autoridades de la educación primaria y el apoyo de la Facultad de Arquitectura de la universidad pública.



Se barajaron varios destinos, hasta llegar al actual, Jaureguiberry, fundado en los años 30 del siglo pasado por un ingeniero que soñó con convertir aquellos arenales en un parque natural. Cuentan que don Miguel Jaureguiberry plantó pinos, acacias y eucaliptos, que atrajeron benteveos, calandrias, horneros y pájaros carpinteros, primeros inmigrantes de esta zona. Probablemente de ese “visionario”, como lo llaman los vecinos, provenga la afianzada conciencia ambientalista de los lugareños reflejada en su portal Jaurecológico.



“Lo que más hemos aprendido es que no te podés sentar a esperar y que también hay que trabajar en varios frentes al mismo tiempo", comenta Espósito. "Hay conservadurismo y miedo, porque al final todo tiene un trasfondo político y en política los errores son difíciles de subsanar”. Precisamente, el miedo del que habla Espósito fue lo que hizo que algunos vecinos dudaran en un comienzo de la viabilidad del proyecto. Le pasó al abuelo de Maru. "Él decía que esto iba a ser un desastre. Decía que no y que no. Solo yo y mi mamá queríamos la escuela”, explica. Y ahora, ¿el abuelo está contento? “Está calladito”, responde Maru.



Reynolds, el guerrero de la basura, llegó a Montevideo en mayo de 2015 para conocer a la comunidad y ofrecer una conferencia sobre los pilares de Earthship Biotecture, la empresa que fundó luego de superar los avatares del sistema académico estadounidense, renuente —sobre todo 45 años atrás— a un modelo tan poco convencional. Y según confesó, se enamoró del proyecto uruguayo por tratarse de un atrevimiento de veinteañeros, una escuela pública y una comunidad rural celosa del espacio que habita. Dejó entrever que está cansado de toparse con magnates que se apuntan a tendencias pasajeras sin conciencia alguna de la integración y el equilibrio que debe existir entre nosotros y el espacio que habitamos.



En febrero, el arquitecto de melena incorregible se plantó en Jaureguiberry con 23 técnicos de la academia Earthship. En total, la construcción estuvo a cargo de 140 voluntarios, hombres y mujeres, de Uruguay y otros 30 países, que combinaron clases teóricas con el trabajo físico. Mientras una mitad estaba en la obra, la otra estudiaba el método de construcción de Earthship en un local contiguo a la escuela. Los vecinos colaboraron en la búsqueda de alojamiento para los voluntarios, además de participar desde 2014 en talleres sobre medioambiente. “Cambiar la conciencia global de cualquier tema, sea bioconstrucción u otra cosa, lleva tiempo. Duele deshacer patrones y ahí veo el valor de Earthship: te hace parar y hacerte preguntas”, comenta Laryssa Toroshenko, de 29 años, voluntaria que llegó desde Canadá y es fiel seguidora del proyecto desde 2013.



Cerca de Toroshenko, solícita y atenta a todo lo que pasaba en el pueblo estuvo Sandra Coppes, que lleva 46 de sus 50 años viviendo en Jaureguiberry y tiene tres nietas que asisten a la nueva escuela.  “Hace muchos años que soñaba con tener una escuela acá. Por eso hice propio este proyecto. Ahora hay que cuidarla y mantenerla”, dice. Desde muy joven, Coppes ha trabajado como empleada de hogar, con los altibajos que ello supone en un balneario. Ahora sus planes cambiaron, decidió construir un pequeño quiosco con botellas de plástico, arena, latas, madera y algunos envases de vidrio. Experiencia no le falta. Y según ella misma explica, Jaureguiberry no anda sobrado de tiendas de bebidas y alimentos. Así que, probablemente, el nuevo emprendimiento de Sandra siga la buena estela que ha dejado la escuela.