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"Yo,
aunque pongan la bala aquí, aunque pongan el fusil aquí, tengo que reclamar
donde quiera. Tengo que seguir luchando. Para vivir, siquiera libertad en esta
vida."
Dolores
Cacuango (1881-1971), líder indígena.
¿Por qué se levantan
las comunidades indígenas? Porque se sienten empequeñecidas, dejadas de lado,
porque ofendieron su dignidad. Dice Silvia Rivera Cusicanqui: "El tema de
la dignidad es tan central para la opresión andina, ya que con una sola palabra
se evoca oprimido u opresión y explotar, que en aymara es
una sola palabra: "empequeñecer".
Y ese es el tema de
la dignidad humana, es decir, todo aquello que te rebaja la dignidad humana
(sea un mal salario o un mal trato) te empequeñece como persona... Es por esto
que la gente se levanta. La gente no se levanta a causa de las fuerzas
productivas... Igual en quechua tiene que ver con la palabra
"pisotear" en relación con el que te oprime. Hay que poner el cuerpo,
no hay otra." [1]
Lucía Chimbolema
viene desde Guaranda, de la región andina central de Ecuador. Junto con familiares
y otros miembros de la comunidad está en el parque El Arbolito de Quito, sitio
de congregación de los contingentes indígenas de la Sierra y Amazonía. Desde
allí marcharán al Centro Histórico para participar en el llamado
"Levantamiento Indígena" del 13 de agosto de 2015.
Lucía explica que ha
venido a Quito a reclamar, entre otras cosas, por la educación. Dice que las
escuelas bilingües kichwa-español, antes a cargo de las comunidades, han sido
desplazadas por las escuelas del Milenio, pero la que le corresponde a su
comunidad está muy lejos y no hay buses para transportar a los niños, sus
nietos pequeños entre ellos. Tiene un nieto adolescente estudiando medicina en
una universidad privada porque no tuvo cupo en la estatal, le faltan dos años
para terminar pero duda que la familia podrá seguir pagando la matrícula.
Cuenta que es
analfabeta pues no había escuelas en su comunidad cuando ella era chica.
"Recién aprendí español a los 25 años", dice sonriendo, y pasa sin
esfuerzo del kichwa (dirigiéndose a su nieto) al castellano (cuando habla
conmigo).
Señala a su hijo, un
hombre de unos 40 años, vestido con pantalón y camisa blanca, sombrero negro de
lana, que conversa con un grupo. Ese hijo fue candidato a alcalde y por
"poquitos votos no ganó", comenta con orgullo. El tenía 6 años cuando
se formó la primera escuela en la comunidad, y ahí se educó.
Con humildad dice
que "solo trabaja en el campo". El trabajo en el campo abarca desde
el cultivo al cuidado de los animales, proveyendo junto con las otras mujeres,
la base del alimento familiar.
Lucía lleva la
vestimenta tradicional: falda negra larga, blusa blanca con flores bordadas,
faja tejida multicolor en la cintura, rebozo corto de paño oscuro, collar
dorado, sombrero blanco de lana adornado con cintas y ushutas (sandalias). Cada color de la ropa tiene un significado. El
negro representa la tierra o Pachamama; el blanco, las nieves del colosal
volcán Chimborazo, a cuyos pies se halla Guaranda.
La presencia de
Lucía y otras mujeres indígenas concentradas aquí, resaltan la premisa de que
la mujer indígena es la guardiana de la identidad y la reproductora de la
cultura de sus pueblos. Lucía, de tez trigueña, rasgos armoniosos, delgada y de
porte firme parece expresar: "aquí estoy yo, madre, abuela, mujer
indígena, y vengo a la capital del país a decir lo que tengo que decir".
Pregunta si creo que el presidente Correa se enterará de las quejas. Espera la
respuesta prestando mucha atención, como si esta fuera de gran importancia,
quizás para evaluar el saldo de la marcha sobre Quito o quizás para tratar de
entender si existe un interlocutor: "¿Cree que Correa leerá lo que yo he
dicho?".
Cecilia Velázquez,
activista indígena de Cotopaxi, movilizada en el levantamiento indígena dice:
"Hay una sola escuela del milenio en Cotopaxi. Muchísimos alumnos por
clase, en algunos casos, hasta 100-150 alumnos. La mayoría de las profesoras
son bachilleres enseñando a alumnos de hasta octavo y noveno nivel. A cada rato
se cambian los jefes de distrito escolar; el último que hay lleva tres meses en
el cargo.
Al terminar la
secundaria nuestros jóvenes no están bien preparados, no pueden alcanzar los
800 o 900 puntos necesarios para estudiar en la universidad pública; tenemos
que endeudarnos para mandarlos a las universidades privadas... En el 2009
participé en las mesas del diálogo para la educación; ni un solo ministro se
hizo presente... El gobierno nos acusa de hacerle el juego a la derecha; no, es
el mismo gobierno el que le hace el juego a la derecha..." [2]
Primeras escuelas
indígenas bilingües de Cayambe (1945)
Dos de las grandes
dirigentes históricas por los derechos indígenas, Tránsito Amaguaña y Dolores
Cacuango, fueron kichwa hablantes que aprendieron a hablar español, a leer y
escribir de adultas. Vinculadas al Partido Comunista, lucharon por los derechos
de los indígenas y campesinos, la reforma agraria, la educación para las
comunidades indígenas en Cayambe. Dolores Cacuango -con ayuda de María Elisa
Gómez de la Torre, profesora y su compañera en el Partido Comunista- fundó en
1945 la primera escuela indígena en terrenos del sindicato "Tierra
Libre" en Yanahuayco, Cayambe. Poco después establecieron tres escuelas
más en la zona, con maestros indígenas y sin apoyo estatal.
Bajo presión de los
terratenientes (que no querían peones educados), en 1963 la Junta Militar
prohibió que los niños recibieran instrucción en kichwa, diciendo que las
escuelas eran "focos comunistas". Hacia fines de los sesenta y
setenta, con el desarrollo de la teología de la liberación y la Iglesia de los
pobres se sumaron nuevas escuelas indígenas. Las escuelas en las comunidades
indígenas tuvieron un rol que fue mucho más allá de la educación de niños y
jóvenes; se las consideró un centro de organización social y política, desde donde
se forjó la lucha por la reforma agraria. La ley de reforma agraria se firmó en
1976, y aunque no incorporaba demandas esenciales del movimiento indígena, este
la acató un como punto de partida desde donde continuar la lucha.
Sistema de Educación
Intercultural Bilingüe: Protagonismo de los pueblos indígenas
En las décadas de
los 80 y 90 se fue consolidando la presencia de las escuelas indígenas en toda
la Sierra Central con la conformación del sistema de Educación Intercultural
Bilingüe. Este sistema, que más tarde se extendió a otras regiones, surge por
iniciativa de la Confederación de Naciones Indígenas (CONAIE), que agrupa a
trece nacionalidades indígenas de Ecuador.
Desde su origen, el
accionar de la CONAIE supo combinar las demandas anti-neoliberales con la lucha
por los derechos etno-culturales. En esa lucha por los derechos de los pueblos
a la autonomía y autogestión cultural la CONAIE elaboró una propuesta educativa
para presentarla al gobierno nacional: en noviembre de 1988 se creó la Dirección
Nacional de Educación Bilingüe (DINEIB). La CONAIE logró entonces una
reivindicación clave: el derecho a elegir las autoridades del DINEIB. La CONAIE,
en colaboración con el ministerio de Educación, elaboró materiales didácticos
de alfabetización y post-alfabetización, programas de capacitación de los
educadores en lengua kichwa, awa, chachi, tsa'fiki y otras.
Hacia el 2000 el
sistema de educación intercultural abarcaba 2150 centros de nivel primario, 142
de nivel secundario y 13 institutos superiores. La columna vertebral de este modelo es la participación de las
comunidades; a partir de las investigaciones realizadas en las comunidades,
se elaboran los materiales pedagógicos, se forman los docentes y se debaten los
objetivos de la educación indígena.
Los objetivos del sistema educativo alternativo son: revalorizar la propia cultura
-incluyendo la enseñanza de las luchas indígenas invisibilizadas por la
historia oficial-, fortalecer la lengua
nativa, revitalizar los procesos de las comunidades para mejorar la calidad de
vida -entendiendo que los pueblos y nacionalidades indígenas deben tener la
libertad de construir sus propios modelos de desarrollo.
Decreto ejecutivo le
quita a la CONAIE la dirección del sistema de educación integral
En febrero del 2009,
por decreto ejecutivo, el gobierno de Rafael Correa eliminó la administración
comunitaria indígena de la DINEIB y la puso bajo el mando del ministerio de
Educación. Este decreto, al desvincular a las comunidades indígenas y a la
CONAIE de la Dirección Nacional de Educación Bilingüe, acabó con la autonomía.
El objetivo anunciado fue: "unificar todas las escuelas del país, urbanas
y rurales, con un solo currículum".
Las nuevas escuelas
del Milenio funcionan en edificios modernos que intentan concentrar la
población estudiantil de varios poblados. Según voceros de las comunidades, en
la aplicación del plan no se ha considerado un factor clave: la distancia y la
falta de carreteras y/o medios de transporte para que se movilicen los
estudiantes. En algunos casos, los chicos tienen que viajar varias horas, y eso
hace imposible la asistencia. Además muchos de los nuevos maestros no hablan
kichwa y desconocen la cosmovisión andina, tampoco dominan las nuevas
tecnologías que tienen a su disposición, según quejas de activistas indígenas
de Cotopaxi.
El presidente Correa ha usado el término "escuelas de la
miseria" para referirse a las escuelas indígenas. Y de
hecho la mayoría carecen de agua corriente y de cualquier tipo de confort, y a
veces ni siquiera hay una tiza para escribir en el pizarrón. Pero la solución
al problema, ¿es eliminar las escuelas y su rico legado multicultural y
bilingüe? ¿O la solución es invertir para hacer mejoras en todas y en cada una
de ellas como proponen las comunidades indígenas?
En cifras: El
presupuesto educativo se ha multiplicado por cuatro
Hacia 2014, el
gobierno de Correa había cuadriplicado el presupuesto educativo. Entre los
logros gubernamentales en el área educativa figuran: la universalización de la
educación general básica; el incremento en la cantidad de alumnos que acceden
al bachillerato; la construcción de escuelas públicas: "en los próximos
años se construirán 900 nuevos edificios y refaccionarán 4.600 escuelas con una
inversión cercana a los 10.000 millones de dólares"; programa de
capacitación de los docentes; creación de tres nuevas instituciones de
educación superior como Universidad de las Artes, Yachay e Ikiam; alrededor de
8.000 estudiantes becados en las mejores universidades del mundo.
Señala René Ramírez
-secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación- que
durante el gobierno de Correa, la tasa de matrícula universitaria ha crecido a
mayor velocidad que en las décadas previas, según los Censos de Población y
Vivienda. A partir de 2006 se duplicó la matrícula universitaria del 20% más
pobre, sector conformado mayoritariamente por indígenas y afroecuatorianos.
Ramírez destaca que en Ecuador el
presupuesto para la educación superior representa el 2.12% del PIB, mientras
que el promedio europeo es del 1% y el latinoamericano, 0.8%. [3] Estas
cifras demuestran un compromiso real del Estado con la educación, y un avance
significativo en relación a lo hecho por los gobiernos anteriores.
CONAIE demanda la
autonomía educativa para los pueblos y naciones indígenas
Sin embargo, en el
contexto de una política que intenta fortalecer el sistema educativo en todos
los niveles, existe un claro déficit en la participación del sector indígena,
que está en total desacuerdo con el camino tomado frente al Sistema Integral de
Educación Bilingüe. En el comunicado de convocatoria al levantamiento indígena
de agosto de 2015, la CONAIE afirma en el punto 3:
"Exigimos el
respeto pleno por parte del Estado al ejercicio de los derechos colectivos en
distintos ámbitos como la educación, la salud, la gestión del agua y de
nuestros territorios como una manera concreta y legitima de construir la
plurinacionalidad, de acuerdo a lo que manda la Constitución y el Convenio 169
de la OIT. Por lo tanto, exigimos el restablecimiento del Sistema de Educación
Intercultural Bilingüe y la reapertura de la Universidad Amawtay Wasi. Exigimos el fortalecimiento de los modelos de
educación comunitaria, nos oponemos rotundamente el cierre de las escuelas
comunitarias... defendemos un modelo pedagógico y de generación de
conocimientos y saberes acorde con la realidad cultural y local." [4]
A diferencia de
otros países de la región -como México y Colombia, donde el asesinato de
líderes populares es una tragedia cotidiana- en Ecuador rige un Estado de
derecho. Si bien las protestas y los levantamientos se han desarrollado en un
clima de tensión y fricciones, en ocasiones violentas, entre policías y
manifestantes, no hubo víctimas fatales. Es importante hacerlo notar ante los
análisis tremendistas de uno y otro bando.
Los protagonistas de
esta historia, que se está escribiendo hoy, son las comunidades indígenas que
luchan por recobrar derechos, como la autonomía educativa ganada en décadas de
lucha. Al suprimir la autonomía indígena educativa, el gobierno empobreció el
carácter plurinacional y multicultural del Estado ecuatoriano.
Ahora es el turno
del gobierno para ponerse a la altura de este desafío histórico y entablar un
verdadero diálogo intercultural, con las comunidades y sus dirigentes, sin
poner condiciones. La restitución de la autonomía indígena en la educación
enriquecerá el carácter plurinacional y multicultural del Estado ecuatoriano,
como lo exige el Artículo 1.0 de la Constitución vigente.
Notas
[1] "La disponibilidad de lo
inédito" - Entrevista a Silvia Rivera Cusicanqui realizada por Claudia
Arteaga y Gerardo Muñoz (2014): http://anarquiacoronada.blogspot.com.ar/2014/04/la-disponibilidad-de-lo-inedito.html
[2] Entrevista radial con Diego Oquendo,
Radio Visión, FM 91.7, 13 de agosto de 2015, Quito.
[3] " Hablemos de política, hablemos de
igualdad: Capital y trabajo en el Ecuador de la Revolución Ciudadana" -
Blog de René Ramírez: http://reneramirez.ec/hablemos-de-igualdad-hablemos-de-politica-educacion-capital-y-trabajo-en-el-ecuador-de-la-revolucion-ciudadana/
[4] Declaración de la CONAIE "Porque
nuestra lucha histórica es junto a las comunas, los pueblos y las
nacionalidades. ¡Vamos todos al levantamiento indígena y popular!": http://conaie.org/en/26-noticias/198-manifiesto-del-levantamiento-indigena-y-popular-del-campo-y-la-ciudad