"Quórum Teológico" es un blog abierto al desarrollo del pensamiento humano y desea ser un medio que contribuya al diálogo y la discusión de los temas expuestos por los diferentes contribuyentes a la misma. "Quórum Teológico", no se hace responsable del contenido de los artículos expuesto y solo es responsabilidad de sus autores.
Quorum Teológico
Ya puedes traducir esta página a cualquier idioma
Déjanos tu mensaje en este Chat
Qué esconden las “ayudas humanitarias”
Noam Chomsky
www.rebelion.org
/ 120219
El concepto de ayuda humanitaria es casi
todo acto agresivo realizado por cualquier potencia que, desde el punto de
vista del agresor es una ayuda humanitaria, pero no desde el punto de vista de
las víctimas, explica el filósofo Noam Chomsky. Según el también lingüista y
politólogo, Estados Unidos lo reconoce públicamente y se entiende en el terreno
del imperio tradicional.
Primer ejemplo de ayuda humanitaria: El
bombardeo a Serbia en 1999
Fuerzas de Albania cometían ataques
terroristas en territorio serbio para provocar una respuesta de su Gobierno que
le sirviera como justificación a la OTAN (alianza militar intergubernamental Organización
del Tratado del Atlántico Norte), para entrar al país, es decir, una
intervención de Estados Unidos. Las pérdidas estimadas fueron altas en ambos
lados: dos mil víctimas.
Cuando asumieron la invasión, el general
estadounidense a cargo, Wesley Clark, le informó a Washington que el resultado
del ataque de EE.UU. intensificaría las atrocidades, porque Serbia no era capaz
de responder militarmente bombardeando a los EE.UU., Serbia respondió por
tierra, expulsando de Kosovo a los albaneses terroristas, justo después del
bombardeo de EE.UU.
Pero la gran cobertura mediática fue la de
Slobodan Milošević (expresidente serbio) llevado a la Corte Penal Internacional
por una acusación sobre crímenes masivos, todos con una sola excepción, fueron
después del bombardeo que ejecutó Estados Unidos contra su población.
Todo lo narrado anteriormente fue una
intervención humanitaria, apunta Chomsky.
¿Son legales las intervenciones por ayudas
humanitarias?
La Asamblea General de las Naciones Unidas
tiene una resolución sobre la responsabilidad de proteger, que dice
explícitamente que no puede ejecutarse un acto no militar a menos que esté
autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Se utiliza para asegurarse de
que los gobiernos no repriman a sus propias poblaciones.
No obstante, el activista estadounidense
explica que hubo otra comisión, presidida por el exprimer ministro australiano
Garreth Evans, que debatió sobre la “responsabilidad de proteger”, muy parecida
a la versión de la ONU, pero con una diferencia, “que así el Consejo de
Seguridad no esté de acuerdo en autorizar una intervención, agrupamientos
regionales pueden intervenir a la fuerza por su cuenta, ¿qué agrupamiento
regional es capaz de una intervención? Hay uno solo y se llama OTAN”.
La “responsablidad de proteger” es legal
porque la Asamblea General de la ONU lo autorizó, pero lo que rige actualmente
es la versión autorizada de Evans, un buen ejemplo de cómo funciona una
propaganda en un sistema poderoso, agrega Chomsky y que además se puede ver en
los medios de comunicación.
Otro ejemplo de ayuda humanitaria: El
bombardeo a Libia en 2011
Una resolución de la ONU en 2011 hizo un
llamado a la creación de una zona de exclusión aérea en Libia, a excepción de
aquellos cuyos fines sean “humanitarios”, que pasó a términos diplomáticos para
solucionar el problema, y que Muamar Gadafi aceptó, declarando un cese el fuego
contra fuerzas opositoras a su Gobierno.
Finalmente Washington optó por apoyar una
resolución mucha más amplia que la de la simple zona de exclusión aérea, y
apostó por una ocupación militar del país.
“Reino Unido, Francia y Estados Unidos se
convirtieron en la fuerza aérea de la oposición. Uno de sus ataques terminó
sepultando a Gadafi y matando a 10 mil personas, dejó a Libia en lo que es hoy
día, en manos de milicias”, recuerda Noam Chomsky.
A partir de ese momento, hubo un gran
flujo de yihadistas armados en Asia occidental y África occidental, lo que se
convirtió en la fuente principal de terrorismo radical en el mundo, “una
consecuencia de la mal llamada intervención humanitaria en Libia”.
El poder de EE.UU. ahora, con Donald Trump
como presidente
Chomsky también explicó que la sociedad
debe repensar lo que significa el poder. Estados Unidos, a su juicio, sigue
siendo supremo. Su poder es dañino, pero desde el punto de vista de la
oligarquía, ese poder les da todo lo que piden, asevera el filósofo. Solo en
términos militares, esta nación maneja el 25 por ciento de la economía mundial,
y también está mucho más avanzado en tecnología que el resto del mundo.
Agrega que, pese a que en economía han
estado en declive, sería un error pensar en que han perdido su dominio.
“Las multinacionales estadounidenses son
dueñas de la mitad del mundo, están integradas con el Estado, tienen todos los
sectores: industria, venta, comercio, finanzas”.
Explica que, desde su elección como
presidente, no solo es Trump quien representa el peligro, sino el liderazgo
republicano completo, que niegan el fenómeno del calentamiento global, por
mencionar solo un problema.
“El partido republicano es una de las
organizaciones más peligrosas en la historia de la humanidad, suena
escandaloso, pero pensemos al respecto por un momento, Hitler no quería
destruir el futuro de la existencia humana, nadie tenía la intención”, se
lamenta y agrega que no son personas ignorantes ni fundamentalistas religiosos,
sino las mejores educadas y apoyadas del mundo, quienes ponen a la sociedad en
peligro.
Según Chomsky, las políticas más
peligrosas apenas se discuten, son amenazas existenciales que enfrentamos, esta
generación tiene que decidir si la existencia humana continuará, no es un
chiste, es el calentamiento global o una guerra nuclear y las acciones de Trump
empeoran ambas.
¿En qué no puedo creer?
José Arregi
www.religiondigital.com, 180219
“¿En qué no se puede creer hoy?”, fue el
tema de una reciente charla en Aizarna, este sorprendente rincón guipuzcoano de
300 habitantes, rural y urbano, culto y plural, antigua encrucijada de
peregrinos, testimonio patente de las profundas transformaciones de nuestra
sociedad en los últimos 60 años.
No entendí bien qué es lo que me pedía exactamente Joxin, el organizador de la
charla. Pero preferí no preguntárselo y tomar la pregunta tal cual, equívoca y
abierta como es. Y como a estas alturas cada uno es muy libre de creer o dejar
de creer lo que estime oportuno, opté por responder en primera persona. La
lista sería interminable, pero he aquí diez cosas (mejor dicho, veinte, pues en
cada tema se me presentan dos extremos) que no puedo creer hoy. Mañana, no sé.
1° No puedo creer nada que esté en
contradicción con la ciencia, es decir, con aquello que está matemáticamente
medido y empíricamente comprobado. Pero tampoco puedo creer que la ciencia sea
el único ni el supremo conocimiento, ni que solo sea real o verdadero lo que la
ciencia puede medir y verificar. Conoce más.
2° No puedo creer en un Dios Ente Supremo
y preexistente que habría creado el mundo desde la nada y desde fuera, se
habría encarnado plenamente como hombre en el pasado, un “dios” que sería causa
y explicación exterior de cuanto es. Pero tampoco puedo creer que solo exista
este mundo visible, ni que todos los seres –visibles o invisibles a nuestros
ojos y aparatos tecnológicos– que forman el mundo no estén envueltos y
habitados, impulsados y atraídos por una energía originaria, una creatividad,
potencial, espíritu, conciencia, belleza o amor o misterio más grande que todo,
transcendente e inmanente a todo. Y tú también eres Él/Ella/Ello.
3° No puedo creer que el espíritu o la
conciencia exista separada de lo que llamamos materia en alguna de sus
dimensiones o manifestaciones. Pero tampoco puedo creer que la realidad en su
conjunto, ni siquiera eso que llamamos materia, se reduzca a física y química,
que de “menos” no esté emergiendo constantemente “más”: vida, inteligencia,
conciencia, “espíritu”… en formas inagotables. Santa materia, matriz.
4° No puedo creer que el ser humano actual,
Homo Sapiens, de este maravilloso planeta azul y verde sea la finalidad, el
centro o la cumbre de la Tierra, cuánto menos del universo. Pero tampoco puedo
creer que ello nos exima del sumo deber de cuidar la comunidad de los vivientes
como si fuéramos los únicos responsables. Cuidemos.
5° No puedo creer que los seres humanos
estemos dotados de libre albedrío entendido como capacidad de elegir sin estar
determinados. Pero tampoco puedo creer que carezcamos de libertad, entendida
como capacidad de ser sujetos de nuestro ser, de asumir nuestras condiciones y
de ser más felices y mejores. Eres libre de ser.
6° No puedo creer que después de esta vida
haya cielo o infierno o reencarnación, entendidos como suelen entenderse. Pero
tampoco puedo creer que la muerte sea el fin de nada, ni que la Vida haya
nacido ni vaya a morir. Vive, y basta.
7° No puedo creer que las religiones hayan
venido del “cielo” ni posean la verdad revelada ni tengan respuestas a las
preguntas humanas. Pero tampoco puedo creer que en sus textos fundantes y en su
tradición no puedan hallarse inspiración y sabiduría para hoy, si se liberan de
dogmas, formas y paradigmas del pasado. Busca.
8° No puedo creer que necesitemos
religiones para vivir más humanamente. Pero tampoco puedo creer que podamos
vivir humanamente sin una espiritualidad, sea esta religiosa o laica. Una
espiritualidad transreligiosa con o sin religión.
9° No puedo creer que las religiones
tradicionales sobrevivan mucho tiempo en nuestra sociedad del conocimiento y
del cambio. Pero tampoco puedo creer que podamos sobrevivir mucho tiempo sin el
espíritu o el aliento de la vida. Respira.
10° No puedo creer que ninguna creencia
sea esencial a la espiritualidad ni que nadie deba creer nada que no le parezca
creíble. Pero tampoco puedo creer que podamos dispensarnos de confiar en el
corazón de la Realidad, para ser lo que somos y crear un mundo mejor. Credere viene de cor dare: entregar el corazón.
Las de San José siguen bordeando los caminos de Aizarna, como siempre en
febrero. Nuestras creencias han cambiado, pero seguimos siendo peregrinos y
preguntándonos. ¿Por qué tanta belleza y dolor? ¿Por qué es todo? ¿Por qué
vivimos? No busques la respuesta en
ningún dogma. Calla, siente, escucha y camina.
Diez motivos y once consecuencias de la retirada de EEUU del acuerdo nuclear INF con Rusia
Nazanín Armanian
www.publico.es / 150219
Vuelve el temor a un invierno nuclear:
EEUU anuncia abandonar el Tratado sobre Armas Nucleares de Medio Alcance (INF)
firmado con la Unión Soviética en 1987 tras años de negociaciones.
El INF:
+ Es la primera medida de control de armas
nucleares y uno de los más exitoso en esta materia. No hay duda de que, el uso
de dichas armas desencadenaría una respuesta nuclear estratégica, una guerra
total, acabando la leyenda de la “guerra nuclear localizada”.
+ Acuerda, por primera vez, no limitar las
armas nucleares sino destruirlas y prohíbe su producción o poseer misiles
balísticos y de crucero con rangos entre 500 y 5.500 km. lanzados desde tierra.
Se destruyeron unos 2.500 misiles.
+Es el pilar de los siguientes acuerdos
del control de armas firmados.
+ Benefició a EEUU, que aun sin estar al
alcance de los misiles SS-20 soviéticos instalados en Bielorrusia, Checoslovaquia
y Ucrania, por un lado, debilitaba a la URSS frente a China, por otro
garantizaba la seguridad de sus aliados europeos. La URSS también se salvaba de
la amenaza de los misiles Pershing y Cruise de EEUU estacionados en Bélgica,
Italia y la RFA.
Ahora, ambas partes se acusan mutuamente
de haber violado el tratado: Rusia se defiende alegando que la prueba de sus
misiles crucero 9M729 caben dentro del tratado, y acusa a la OTAN de haber
desplegado el lanzamisiles terrestre Mark-41en Europa, apuntando a Rusia.
Washington afirma que este artefacto al no estar equipado con software de
disparo es legal. Por cierto, INF “permite” lanzadores marinos o espaciales.
“Seríamos víctimas de una agresión y
llegaríamos al cielo como mártires”, ha sido la respuesta de Vladimir Putin:
Rusia se abstiene de ser el primero en apretar el botón nuclear, pero los
agresores “ni siquiera tendrían tiempo para arrepentirse”, en una aniquilación
que no será mutua sino acabaría con buena parte de la humanidad. Moscú,
mientras, suspenderá sus obligaciones en virtud del tratado y busca
“soluciones” para salvarlo.
Moscú se ha quejado de que INF ha
“perjudicado” a Rusia al no incluir a China, India y Pakistán, tres países
nucleares con los que comparte la región, provocando un desequilibrio en la
zona. A sus quejas se añaden la proliferación de una enorme flota de drones
desplegados por EEUU en todo el planeta, que no están atados a ningún acuerdo
internacional.
EEUU también considera que al no estar
China en este acuerdo se ha convertido en una amenaza para su seguridad. Pero,
lo cierto es que el arsenal nuclear chino cuenta con 178 ojivas, que es
parecido al Reino Unido, menos que Francia (300), EEUU (7.000) y Rusia que
posee unas 6.500. Los misiles de rango intermedio que ha desarrollado Beijín,
como el Dongfeng-26 (apodado “asesino de portaviones”), no viola el derecho
internacional, dejando este “derecho” mucho que desear. EEUU en represalia ha
instalado un radar de alerta temprana en Japón para rastrearlos, ahorrándose el
envío de portaviones. El principal país preocupado por las bombas nucleares
chinas es India, y aun así no ha pedido a EEUU que rompa el INF.
En el abril de 2009, Barack Obama prometía
que su país tomaría medidas concretas para limpiar el mundo de armas nucleares.
Si hasta hoy, los sucesores de Reagan y Gorbachov han respetado el acuerdo,
¿por qué lo destruye Trump?
Motivos
detrás del humo
1+ El regreso de John Bolton, el belicista
más peligroso del mundo, a la primera fila de la política de EEUU como asesor
de seguridad de Trump. Según él, los acuerdos internacionales de control de
armas y no proliferación nuclear limitan la capacidad de acción de EEUU. Bolton,
ya en 2011 propuso la salida de Washington del INF alegando el programa de
misiles iraníes, y ha sido él uno de los promotores de la salida de Trump del
acuerdo nuclear de Irán. Este hombre que planea enviar 5.000 soldados a
Colombia para
desestabilizar a Venezuela, ha estado presente en los tres golpes al
sistema de estabilidad estratégica del mundo: 1) la salida de EEUU del Tratado
de misiles antibalísticos en 2001, 2) su retirada del acuerdo nuclear con Irán
en 2015, y ahora del INF. Lo cierto es que EEUU no necesita instalar misiles de
alcance intermedio en las proximidades de China, Irán o Corea del Norte: los
puede bombardear con sus aviones y submarinos.
2+ “Tenemos una enorme cantidad de dinero
para que jueguen nuestros militares”, como si las bombas nucleares fuesen
juguetes de niños uniformados. Invertir en la tecnología nuclear militar,
beneficiando a las compañías de armas es el principal motivo de romper el INF.
Trump les regalará unos 50.000 millones anuales en concepto de gastos por la
renovación del arsenal nuclear entre 2019 y 2028. El presupuesto de defensa de
este país equivale al conjunto de los siete países que le siguen, mientras
cerca de 50 millones de sus ciudadanos viven por debajo del umbral de la
pobreza.
3+ Recuperar la “Guerra de las galaxias”
de Ronald Reagan. El 17 de enero, Trump amenazó romper el Tratado sobre el
Espacio Ultraterrestre del 1967 para la exploración y utilización del espacio
con fines pacíficos, ratificado o firmado por 123 estados: “Mi próximo
presupuesto invertirá en una tecnología de defensa de misiles basada en el
espacio… debemos tener el dominio sobre espacio”, dijo; lo que significa
establecer un escudo anti-misiles desde el espacio capaz de detectar la ruta de
misiles balísticos y destruirlos en su trayectoria, e ingresar miles de
millones de dólares en la cuenta de la industria aeroespacial, robándolos del
bolsillo de los contribuyentes más pobres de EEUU y de Europa (¡será un
proyecto de la OTAN!). Si el objetivo es acabar con una gran parte de la humanidad
se puede hacer perfectamente desde los submarinos nucleares, y no hace falta ir
al cielo para hacerlo.
4+ La ignorancia de Trump respecto a este
tipo de armas. El presidente, al que le parecen pocas las ojivas nucleares que
posee su país, preguntó en 2017 al ya destituido secretario de Defensa Jim
Mattis “por qué el Pentágono no había construido 30.000 ojivas” (¡podría haber
dicho 50 o 100.000!). El general responde que, por falta de presupuesto, y que
además acabaría con los tratados mundiales control de las armas nucleares.
Trump, para más inri, carece de la habilidad de Obama que, en 2010, consiguió
del Congreso la ratificación del START III, paralelo a sobornar a las compañías
de armas con un programa de mil millones de dólares durante diez años destinado
a levantar dos nuevas fábricas de bombas nucleares y nuevas ojivas, misiles,
aviones y submarinos. EEUU ha sido el único país en utilizar bombas atómicas
matando a al menos 200.000 personas en unos minutos, sin haber sido castigado
por ello.
5+ Abrir una brecha entre Rusia y China,
como lo hizo Richard Nixon dividiendo China de la Unión Soviética, aunque al
contrario de entonces, Moscú y Beijín hoy son como “uña
y carne” o como dicen los chinos “más cerca que los labios a los
dientes”.
6+ Aumentar la presión militar sobre China,
ahora que no puede contener el avance
tecnológico y comercial del Dragón Rojo. Así, le obliga a aumentar
su gasto militar restándolo de sus inversiones en la alta tecnología o en el
mega proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, para así hundirle como potencia: la
carrera armamentística fue uno de los motivos del fin de la URSS.
7+ La obsesión de Trump por “renegociar”
los tratados internacionales, por ser “malos” para EEUU. También pretende
“renegociar” el START III (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) firmado
en 2010 entre Barak Obama y Dimitri Medvedev. Por el momento ha salido del
Acuerdo Nuclear de Irán, el de París o el NAFTA, y tampoco ha ofrecido
alternativas al respecto. Por lo que su intención no es reformar el INF sino
destruirlo.
8+ El madman
estadounidense piensa que puede ganar una guerra nuclear, por eso
sale de los tratados que la previenen. Se trata de otra manifestación de la
política del Trumpismo de acabar
con la diplomacia.
9+ Forzar a Corea del Norte a
desnuclearizar.
10+ Desarrollar e instalar misiles de
crucero de alcance intermedio en Asia-Pacífico.
Posibles
consecuencias
a.
Aumentar
el riesgo de guerra nuclear. Por primera vez desde 1972 no habrá ningún límite
ni control sobre las fuerzas nucleares de EEUU y Rusia.
b.
Poner
en peligro la renovación del tratado Start III que expira en 2021. Hasta hoy,
ambos países habían cumplido con el límite de 1.550 ojivas nucleares
estratégicas desplegadas.
c.
Un
mayor deterioro en las relaciones de EEUU con China y Rusia.
d.
Sacrificar
a Europa ante los intereses de EEUU: De hecho, Federica Mogherini pide a ambas
partes mantener el acuerdo, y Alemania tacha de “lamentable” la decisión de
Trump. También una decena de senadores demócratas han presentado una ley para
prohibir cualquier tipo de financiación de armas que rompa el INF.
e.
Provocar
más brechas entre EEUU y Europa. Ha sido Trump el responsable del colapso del
INF, igual que del acuerdo nuclear con Irán (que parte de Europa
intenta rescatar). ¿Realmente, EEUU tiene compromiso con la
seguridad de Europa? Durante la “crisis de euromisiles” en 1980, Reino Unido,
República Federal de Alemania, los Países Bajos, Italia y Bélgica acordaron
desplegar 572 armas nucleares de EEUU en su suelo. ¿Lo volverán a hacer hoy?
f.
Empeorar
las tensas relaciones de EEUU con Rusia y China.
g.
India,
Japón y los estados europeos no sólo serán objetivos de más misiles nucleares,
sino que tendrán que destinar un mayor presupuesto para los gastos militares.
h.
En
Japón, se dará un impulso al militarismo nipón y también a sus exportaciones de
submarinos nucleares; perjudicará a los intentos de Tokio y Beijing en mejorar
sus relaciones, y reavivar el fuerte movimiento pacifista japonés contra las
instalaciones militares de EEUU en Okinawa, Yokosuka, y Aomori.
i.
Desatar
una carrera nuclear en el resto de los países del mundo. Israel ya cuenta con
al menos 100 ojivas, e Irán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto o
Brasil podrán apuntarse a la carrera.
j.
Acabar
con la credibilidad de EEUU en las mesas de negociaciones con Corea del Norte,
Irán, y otros países.
k.
A
pesar de que Trump afirma querer aumentar la seguridad de EEUU, lo que ha hecho
es desmantelar la arquitectura de la seguridad internacional. En estos
momentos, la probabilidad de alcanzar un tratado similar a INF es remota por no
decir nula.
Que la humanidad nos hayamos salvado de
una aniquilación nuclear no ha sido por
nuestra inteligencia, sino por pura suerte.
¡RENOVEMOS LA ESPERANZA!
Por: Dr. Miguel Antonio Bernal
Durante los diez últimos
años, la frustración y la decepción ciudadana, no han dejado de aumentar. Las
autoridades rectoras de los distintos órganos del Estado no escatiman esfuerzos
en sus cotidianas acciones anticiudadanas. Pero esta situación,
lejos de producir resignación o desmesura, nos debe llevar a que renovemos la
esperanza y actuar más contundentemente sin vacilaciones,contra las manzanas
podridas.
Los corruptos y crematísticos
discípulos locales de Odebrecht continuan, desde sus posiciones de poder
político y económico, tratando de convencernos que todos somos corruptos
igual que ellos ellos. Así, entonces, pueden continuar haciendo de las suyas
como hasta ahora, doblegándonos para que cunda entre nosotros la impresión de
que no podemos hacer nada y que, no va a pasar nada.
Pero, si lejos de cruzarnos
de brazos y ser simples espectadores, hoy día, resituamos y revaloramos
nuestras acciones y con ellas nuestra ardiente esperanza y dignidad ciudadana,
podremos alcanzar que muchas cosas se modifiquen, se mejoren, se controlen o
cambien de verdad, como debe ser.
Ello conlleva un repudio más
activo y decidido a los abusos de poder perpetrados por ministros, magistrados
de la CSJ y del TE, procuradora, por los diputados, jueces y fiscales, cuyo plan
de gobierno es el saqueo y la manipulación de los Órganos del Estado para
satisfacer sus insaciables y voraces intereses.
Si no renovamos -de
manera firme y decidida-nuestra voluntad de acción política ciudadana y
no logramos cambios profundos, en lugar de reformas superficiales y
demagógicas, la impunidad, la corrupción y los corruptos ganarán aún más
terreno, dando lugar a lo que algunos llaman "procesos de
re-corrupción".
No posterguemos más el momento de
asumir nuestra responsabilidad frente a los impostores y mediocres y bajocres,
o seguirán destruyendo nuestro presente y violando nuestras esperanzas.
Abramos camino al
entusiasmo, a la prudencia, a la responsabilidad esperanzadora para recuperar
nuestro Panamá, nuestros valores humanos y humanistas. Asi vamos a construir
las avenidas para mejorarnos y mejorar las instituciones. Un proceso
constituyente democrático, participativo, pacific es el instrument más adecuado
para dar el salto cualitativo, como nación, como país, como Estado, como república
, como Sociedad.
Se habla español (y ocho idiomas mayas): Las aulas del Ixkan
Alejandro
García
www.plazapublica.com.gt
/ 110219
En las
comunidades de Ixcán se habla hasta 8 idiomas mayas. Los catedráticos de Ixcán,
a veces, deben dar clases de idioma maya a niños de hasta cinco comunidades
mayas al mismo tiempo. El interés, la metodología y formación docente proviene
de lo gestionado por las Comunidades de Población en Resistencia. Esta es
apenas una forma más de resistencia de una de las tantas comunidades afectadas
y desplazadas durante el conflicto armado interno.
Juan Pedro
Fabián, el maestro de primero “A” de la Escuela Oficial Rural Mixta en
Primavera de Ixcán, empieza a dibujar una mano chueca en el pizarrón.
—Por favor,
saquen sus cuadernos y ustedes también hagan lo mismo —ordena a los
estudiantes.
El profe lleva el pelo hacia atrás. Viste camisa violeta,
pantalón de vestir y mocasines negros ligeramente salpicados por gotas de lodo
ya secas.
El ruido dentro
de la clase es el típico en un aula de primaria. Los niños juegan a las
luchitas, se dan coscorrones. Hay niñas descalzas; unas por comodidad, otras
por carencia. Amigos cruzan la distancia continental del aula para pedir un
lápiz. Dentro hay, pues, calor, caos, energía, anarquía. Afuera, un silencio
sepulcral y el último rebote de un viejo balón de basquetbol que ha atravesado
más porterías que canastas.
Una niña más se
queja que la mano no le sale bien.
—Así
ve —dice el profe Juan Pedro y ubica la mano de la niña sobre la hoja
cuadriculada—. Solo repasalo.
El profe Juan Pedro agrega uñas y arrugas a su mano. A un
lado escribe mano en q’anjob’al, mam e ixil.
—¿Cómo decimos mano en q’anjob’al?
—Q’ab’—responden
varios niños y niñas.
—Q’ab’—repite
el profe, haciéndose a un lado y revelando lo que había escrito, como si el
aliento de sus alumnos hubiese, en verdad, llegado en forma de tinta azul hasta
el pizarrón que aún conserva el fantasma de lecciones pasadas.
—Sandrita,
—continúa el maestro— ¿cómo se dice mano en q’eqchí?
—U’q’—sonríe
Sandrita, quien aún no ha terminado de dibujar su mano, su u’q’.
Pie en q’anjob’al es jan, en mam es kan, en ixil es e’q, en q’eqchí… ¿En q’eqchí?
Pero Sandrita, apenada, no recuerda. El profe Juan Pedro le pide que le
pregunte a sus abuelos.
—Ellos sí se
recuerdan—, dice.
Francisco,
quien acaba de cumplir siete años, reclama que no le dio tiempo de desayunar,
que tiene hambre o, en q’anjob’al, lowoj. Lowoj, nos explica, significa, “tengo
hambre”. El padre de Francisco es ixil y su madre q’anjob’al. Pelo aprendemos que en q’eqchí es kesh, en q’anjob’al
es kukis, en ixil, kuk. Kukis—kuk. Y así empiezan las similitudes que le
permiten al profe Juan Pedro, y a todo el personal de la Escuela Oficial Rural
Mixta, quizás a todas las profesoras y los profesores en Ixcán, poder enseñar a
un grupo tan multilingüe y hacer sus clases más interesantes pues, como dice el
profe, están aprendiendo varios idiomas a la vez.
Rana, por ejemplo, se dice paxa tanto en Ixil como en q’anjob’al. Banano, nos explica Victoria de 7 años, de padre q’echí
y madre Ixil, es guiney, en Ixil y q’ajob’al.
—¿Pero tu papá
es q’echí o q’anjob’al?
—Q’eqchí,
—insiste, sonriendo—. El q’anjob’al lo aprendo acá.
—¿Y cómo se
dice banano en q’eqchí? ¿Cómo dice banano tu papá?
Victoria piensa
un rato. Hasta deja de dibujar. Parpadea.
—No me acuerdo,
—sonríe.
—Recuerden,
—insiste el profe Juan Pedro, con marcador en mano—. Si no se recuerdan cómo
decir algo, pregúntenles a sus papás, o a sus abuelos y nos lo vienen a
compartir en clase. Así todos aprendemos.
La
vida en la selva
La diversidad
lingüística de Ixcán proviene de su formación, en los años 60, cuando la
iglesia católica ayudó a reubicar familias provenientes de Huehuetenango, San
Marcos y algunas del mismo Quiché, que sufrían de pobreza extrema. Estas
familias conformaron cinco cooperativas: Mayalán, Pueblo Nuevo, Xalbal, Los
Ángeles y Cuarto Pueblo. Estas familias eran en su gran mayoría indígenas y
hablaban, según los cálculos de Sabino Esteban, quien nació, creció y aún vive
en Ixcán, hasta 13 idiomas mayas, “más el castellano”, dice el ahora
catedrático y poeta.
Luego, a
principios de los años 80, la violencia del conflicto armado obligó a varias
comunidades del Quiché a salir. Se formaron entonces las Comunidades de
Población en Resistencia o CPR. Unas familias desplazadas de Quiché se
establecieron en Ixcán, mientras que otras en las sierras, cerca de Nebaj. Un
movimiento similar ocurrió también en Petén. El objetivo de las CPR, primero,
era resguardar la vida de las personas. Pronto, estas comunidades se
convirtieron en refugios funcionales con acceso a agua, agricultura y
educación.
Uno de los
primeros esfuerzos educativos de la CPR fue formar alfabetizadores.
Eulalia Matías,
maestra de quinto primaria recuerda que las autoridades de las CPR, en 1983, la
escogieron, junto a otro grupo de adolescentes, para formarla como maestra.
Eulalia, tenía 15 años. La capacitación duró dos semanas y juntó a Eulalia con
otros actuales maestros de la Escuela Oficial, como Gabino Calmo (maestro de
preprimaria) y Ramírez Pedro (maestro de primaria). Eulalia, Gabino y Ramírez,
todos le dieron clases a Sabino en los años 80.
“Al principio
no teníamos niveles; no había primer o segundo grado”, cuenta Eulalia, cuyo
idioma materno es el akateko. “Era nuestra realidad. El hecho de tener niños de
tantas edades nos obligaba a enseñar de todo un poco. Y, además, debíamos
enseñar a los adultos.
Faltaba
organización, también.”
Sabino coincide
con esta desorganización.
De 7:30 a
12:30, las catedráticas daban clases de lectura y escritura a los niños que,
con el tiempo, empezaron a recibir lecciones de español, matemáticas, ciencias
naturales, estudios sociales y valores, según recuerda Sabino. Los adultos que
no sabían leer o escribir eran alfabetizados por las tardes y durante los fines
de semana.
A falta de
escritorios y cuadernos, las y los niños escribían en pedazos de madera, en
corteza y usando trozos de carbón. A veces en la misma tierra o en arena.
Usaban rocas y ramas para los ejercicios matemáticos. No había pizarrones.
Había troncos donde tallar las lecciones. Las aulas eran espacios improvisados,
delimitados apenas por troncos y bancas precarias. Las clases, muchas veces,
eran bajo el sol. Sabino recuerda una tarde de viento y lluvia que, mientras
los adultos recibían sus clases de alfabetización, una fuerte ráfaga de viento
destroncó una rama que cayó sobre una señora. “Y murió”, asegura Sabino.
Y en ocasiones,
cuando el Ejército se acercaba, las comunidades eran obligadas a salir, a
esconderse en lo más profundo de la montaña, a buscar un nuevo lugar. Por eso,
cuenta la maestra Eulalia, parte de la educación estaba enfocada también en
defender la vida.
“Les decíamos
que, si cae una bomba, todos a tierra”, dice Eulalia. “Si ven un helicóptero,
debían buscar un palo o un árbol y dar vueltas alrededor para siempre estar del
lado contrario al helicóptero”. Sabino recuerda otras instrucciones como morder
un palito seco durante un bombardeo para evitar que, por el susto del impacto o
sonido de una bomba, se mordieran la lengua. También, en clase, aprendían qué
frutas o plantas podían comer en caso se encontraran solos, o cómo pedir
ingreso a otra CPR.
Estas
movilizaciones ocurrían por dos razones, recuerda Sabino y Eulalia. Porque
recibían alertas que el Ejército iba a avanzar a través de los campamentos. O
de emergencia, porque algún pelotón militar aparecía cerca de donde las CPR
estaban localizadas. Por eso, Sabino agrega que, las familias nunca
desempacaban por completo sus pertenencias. “De noche sacábamos las chamarras y
en la mañana las poníamos de vuelta en el saco de ropa. Lo mismo con el molino
de nixtamal o los platos”, cuenta el catedrático.
Esteban Sabino
asegura que no recibió una clase de idioma maya, sino hasta el sexto grado, por
ahí de 1988, según los cálculos del maestro de preprimaria Gabino Calmo.
Así vivieron
estas comunidades, en la montaña, hasta 1996 cuando, luego de la firma de los
acuerdos de paz, regresaron a Ixcán. Lo lograron con el apoyo de la diócesis de
Quiché y el grupo católico francés Caritas. Las familias se ubicaron entonces
en Xalbal, Primavera del Ixcán y Playa Grande. Ahí llevan más de 20 años,
replicando las enseñanzas aprendidas en las CPR y aún resistiendo, sin acceso a
una carretera formal, agua potable o el debido acompañamiento del Ministerio de
Educación o la Academia de Lenguas Mayas —como aseguran los mismos catedráticos
y catedráticas— para mantener viva la docena de idiomas que se hablan y, casi
por inercia, se enseñan en Ixcán.
La escuela es
reconocida por el Ministerio de Educación, ofrece hasta el nivel diversificado
y se gestiona con fondos públicos. Utilizan el currículo nacional base, en el
año 2018 atendieron a 98 alumnos de pre primaria y 281 en primaria.
La
palabra generadora
La educación
multilingüe de Ixcán proviene de una guía educativa que realizó el padre
jesuita Ricardo Falla con base a las similitudes de varios idiomas mayas. Esta
guía fue introducida y puesta en práctica en 1988, según cuenta el padre Falla,
por teléfono, desde Chiquimula.
El proyecto
lingüístico, como lo llama el padre Falla, forma parte de una asesoría que hizo
la iglesia católica para las CPR. Era un proyecto de historia que abarcaba
desde el origen del hombre y la mujer hasta las lenguas e idiomas de Guatemala.
Falla entregó el proyecto a la guerrilla, que supervisaba el material que
ingresaba a las CPR, pero por revisiones y correcciones el envío a las
comunidades se atrasó. En 1988 Falla decidió separar el último módulo, el de
las lenguas e idiomas de Guatemala, el cual atravesó una revisión más rápida y
pronto llegó hasta los campamentos.
La guía fue
mimeografiada de la misma forma que fue elaborada: en las montañas.
La teoría de
Falla se basa en el hecho de que hasta treinta idiomas mayas provienen del
idioma llamado Protomaya el cual, según el lingüista y antropólogo
estadounidense Terrence Kaufman, era el único idioma que se hablaba en
Mesoamérica hace cuatro mil años. Este Protomaya, por ejemplo, eventualmente se
ramificó en los siete idiomas mayas que se hablan en la Escuela Oficial Rural
de Primavera del Ixcán. Estos son el q’anjob’al, mam, q’eqchí, ixil, akateko,
pop’tí (llamado también jakalteko), chuj y el k’iche’. Esta ramificación se
debe a la conquista, la esclavitud, las movilizaciones forzadas, migraciones y,
principalmente, la castellanización, según revela el libro Atlas lingüístico de Guatemala.
Esta división
permitió que varias palabras en diferentes idiomas, por su raíz compartida,
conservaran similitudes o fueran completamente iguales. Por otro lado, las
diferencias, según Sabino, ocurren mayoritariamente en los verbos y adjetivos.
Candelaria López Ixcoy, académica e investigadora del Instituto de
Investigación y Proyección Sobre Diversidad Sociocultural e Interculturalidad
(ILI) concuerda y agrega que la sintaxis suele variar entre idiomas mayas.
Finalmente, Celia Angélica Ajú, también del ILI, analiza que del Protomaya es
más lo que se conserva que lo que se ha ido perdiendo.
Ambas expertas
señalan que el caso de Ixcán, donde confluyeron tantos idiomas, es único.
“Claro, está el caso de la ciudad, pero acá los idiomas no reciben el mismo
protagonismo en clase”, añade López.
“Yo sabía este
tronco común, del Protomaya, pues estudié varios cursos de lingüística; soy un
aficionado. Por eso sé de las similitudes. Pero también porque las escuchaba en
las conversaciones”, comenta el padre Falla. “Eso sí, tuve la ayuda de ocho o
nueve maestros, uno por cada lengua, para hacer esta guía”.
“Pero las
palabras que incluimos y sugeríamos que usaran en clase, debían generar más
conversación, de ahí el nombre”, añade el padre. Esto quiere decir que buscaban
no usar palabras como maíz que, en todos los idiomas que
provienen del Protomaya es ixim. Contrario a ardilla, por
ejemplo, que es kuk y permite añadirle más verbos
como saltar, correr, escavar.
Esto no solo
facilita la enseñanza a varios grupos lingüísticos en un mismo salón, sino la
comprensión de los sonidos, sonidos como el de la X que, en muchos
casos, suena a Sh. Y al enseñar estos sonidos
también, según el padre Falla, ayuda a darles a entender las diferencias entre
el castellano y los idiomas mayas. Señala el ejemplo de la letra K, que es poco
común en el español, pero recurrente en los idiomas mayas.
A partir de
estas similitudes y las recomendaciones del padre Falla, los y las catedráticas
realizan actividades aún hoy, como la impulsada por el profe Juan Pedro Fabián a base de imágenes. O la del
profesor Calmo quien agrupa a los niños por idioma y realiza un juego de
memoria. “¿Cabeza?” dice, y las y los estudiantes responden en su idioma.
“¿Nariz?” y el maestro Calmo se toca la nariz. “¿Los ojos?” y se tapa los ojos.
“¿La boca?” dice, con las manos sobre la boca. “¿Cómo se dice uno?” y sus estudiantes cuentan del uno al diez.
Samuel Lucas
Gregorio, maestro de la Escuela Normal Intercultural de Xalbal y de origen Mam,
agrupa a sus estudiantes por idiomas. Cada grupo prepara una presentación en su
idioma y luego exponen. “Un miembro del grupo expone en su idioma”, dice Samuel
Lucas, “mientras el miembro que mejor domina ese idioma traduce al español para
que toda la clase los entienda”.
El director de
la escuela en Primavera, Edgar Monzón, hace énfasis que en cada clase los
catedráticas recalcan siempre la importancia a sus estudiantes de consultarle a
sus padres y abuelos, “pues son quienes mejor conservan el idioma”, señala.
Diálogo
generacional
En la casa
Baltazar confluyen cuatro generaciones q’anjob’al. Eulalia, de 20 años y
vestida de corte, nos recibe con un vaso de limonada fresca. A pesar de la
humedad y el calor espeso, su frente permanece inmaculada.
—¿Cómo fue su
niñez? ¿Hablaban q’anjob’al en casa?
—Ah sí. Peor
con los abuelos —sonríe Eulalia—. Fue hasta que llegamos a la escuela que
aprendimos la castilla. Siempre en la casa, entre nosotros hablábamos en
q’anjob’al. Los más chiquitos también— agrega, y señala a su hijo mayor, José
Wilfredo, que actualmente cursan la primaria—. Él aprende acá el q’anjob’al.
—¿Es el idioma
donde se siente más cómoda?
—Sí, siempre.
Pero ellos también nos decían que debíamos practicarlo, para no perderlo. Y por
eso también seguimos usando el traje.
Eulalia nos
cuenta que ella nació ya acá, en Primavera, mientras que
sus padres y abuelos son de Huehuetenango, de Santa Eulalia y Santa Cruz
Barillas, y todos orgullosos q’anjob’ales. Eulalia se jacta, además, de haber
sido la que mejor hablaba q’anjob’al en la escuela, que no necesitaba ayuda con
las tareas. El director Edgar Monzón sonríe y admite que los q’anjob’ales en
Primavera son usualmente quienes dominan mejor su idioma.
Al rato sus
abuelos, Simón Baltazar de 92 años y Eulalia Francisco de 80, emergen despacio
de sus habitaciones, para posar para una foto. Simón viste una limpísima
camisola de Argentina mientras su esposa, pequeña y con el pelo plateado, porta
un traje similar al de su nieta. Eulalia Baltazar le pide algo a sus hijos en
q’anjob’al. Que se apuren, quizás. O que no hagan tanto relajo. O que, una vez
terminada la sesión de fotos, José debe terminar sus tareas antes de que
regrese su tío de cortar cardamomo.
Mientras
salimos de la casa de los Baltazar, el director Monzón explica que parte de lo
que permite que esta familia conserve su idioma es que todos son q’anjob’ales.
En una de las clases de Pedro Baltazar, por ejemplo, Sexto primaria “A”, el
maestro tiene la libertad de hablar el idioma libremente pues ahí coincidieron
el 80 % de los q’anjob’ales del grado. “Así como ellos lo conservan, en otras
familias se ha ido perdiendo, o no dominan tanto su idioma”, continúa Monzón.
“Esto se da más cuando se unen familias de diferentes grupos, un ixil con una
mam, por ejemplo. A veces el padre enseña su idioma. Otras veces, como el padre
está trabajando, la madre enseña el suyo. Y muchas veces no enseñan ninguno.
Optan por el castellano”. El maestro Samuel Lucas Gregorio también señala la
migración como una de las causantes de que se estén perdiendo los idiomas.
“Especialmente en familias numerosas”, cuenta. “Vemos que un niño, el menor de
cuatro hermanos, ya no lo habla tan bien como sus hermanos mayores porque sus
papás se fueron a los Estados Unidos y él se queda viviendo con un tío. Se
pierde la secuencia del idioma”.
También hay
casos excepcionales donde los padres enseñan ambos.
Como el caso de
Lotario Catún, q’eqchí de Cobán, y Anabelia Antonio, mam de Todos Santos,
Huehuetenango, quienes, cuando nació su primera hija, Gloria Elizabeth, hace
once años, decidieron que ella hablaría ambos idiomas. Más el castellano.
—Conversamos un
buen tiempo y decidimos que tanto el idioma de ella como el mío, son
importantes, —relata Lotario, de gorra blanca y camisa color vino tinto.
—Yo más o menos
le entiendo su idioma, y él también un poco entiende el mío. El resto lo
comunicamos en castilla —añade su esposa—. Ahora
ellas —dice, señalando a Gloria y su hermana menor Miriam de ocho años— no lo
pueden hablar. Lo entienden, pero contestan en castilla.
—A veces les
hablo en q’eqchí y sí me contestan —interrumpe Lotario a tiempo que suena el
urgente canto de un gallo—. Ha sido poco a poco.
Si bien el
padre admite que a veces se le dificulta enseñarle q’eqchí a sus hijas, pues su
trabajo lo mantiene lejos de casa, él y su esposa decidieron que ese
intercambio lingüístico sería algo de todos los días. Confían, además, en el
refuerzo que reciben sus hijas en la escuela.
Sin embargo,
Monzón y los catedráticos admiten que un periodo de clases, una hora a la semana
no es suficiente para que los alumnos dominen al 100 % su idioma materno. Aún
con la ayuda de sus padres, el castellano ha desplazado, en la mayoría de los
casos, a los idiomas mayas.
Pero no todas
son malas noticias. A pesar de las carencias y dificultades, todas las familias
entrevistadas coincidieron en lo importante que es que sus hijos y nietos
aprendan el idioma materno.
Los estudiantes
también.
César Bernabé
Pablo, que cursa el cuarto grado, dice que para los q’anjob’aleños es un
derecho saber su idioma. Matías Miguel, compañero de grado de César, lo llama
algo esencial. Estela Rosa, quien acaba de pasar a tercer grado, dice que sería
bonito dominar su idioma materno, el mam, “porque yo amo mi idioma”, sonríe;
sus pequeños ojos marrones atrapados entre emoción y curiosidad, “ya quiero
poder hablar con mis abuelos solo con el mam”. Roberto Antonio, también de
tercer grado, dice que su sueño es aprender inglés, pero antes, quiere dominar
el q’anjob’al, “al 100 %”, remata, “es parte de nuestra cultura; el idioma está
en nuestra sangre y no deberíamos perderlo. No podemos permitir que se pierda”.
Antes de
terminar el día, Ramírez Pedro, maestro desde 1983, q’anjob’al, saca una vieja
guitarra acústica. La afina. Lleva a sus alumnos de segundo “A” a la clase de
al lado, a la sección “B”. Todos empiezan a cantar Las lenguas de mi tierra, canción
escrita por el padre Falla, en honor a los idiomas que se hablaban y enseñaban
en las CPR, y se hablan y enseñan en Primavera. En Xalbal. En Ixcán.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)