Diego Andrade Ortiz*
Letras Verdes 4: 8-10
Flacso, 2009, Ecuador.
La actual crisis alimentaria no es solo
un problema de altos precios y escasez de productos, es también un problema de
la calidad de los alimentos que se llevan a la mesa. La solución menos obvia es la de
impulsar la producción y el consumo de productos sustentables en el marco de un
modelo de soberanía alimentaria.
La actual crisis alimentaria inició en el 2007 por
múltiples razones, muchas de las cuales demandarían un extenso debate. Sin
embargo, solamente en el primer trimestre de 2008, la crisis generó un fuerte
impacto, dados los altos precios de los alimentos a nivel mundial y los
numerosos debates en torno a los agrocombustibles y al cambio climático. Los índices de precios de
alimentos publicados por la FAO mostraron crecimientos exorbitantes en
productos como maíz, trigo y arroz.
Para
agravar la situación, en el último trimestre explotó otra crisis. Esta vez se
generó en los mercados financieros mundiales. La quiebra de instituciones
financieras, las pérdidas enormes en los índices bursátiles y, por supuesto, la
multimillonaria ayuda estatal ha venido copando los medios de comunicación
desde los primeros meses del 2009.
En este contexto de doble crisis: alimentaria y financiera (o
posiblemente dos caras de una misma moneda). Las respuestas no son tan obvias
como quisiéramos. Los mismos organismos multilaterales, que han tenido
un papel “dudoso” en la actual crisis financiera, se han reunido recientemente
en Madrid con representantes de los países del G8, empresas transnacionales y
grandes fundaciones para discutir sobre posibles soluciones a la crisis
alimentaria 1.
Esta reunión de “alto nivel sobre seguridad
alimentaria” fue organizada por el Gobierno Español y las Naciones Unidas y
tuvo como “convidados de piso” a los representantes de las organizaciones sociales
y campesinas del mundo, por no decir a las delegaciones de los países en
desarrollo.
La reunión terminó con una declaración bastante
general y no hubo consensos en torno a la formulación de directrices claras
para hacer frente a la crisis alimentaria. Esto se debió en gran medida a
desacuerdos sobre la propuesta de las empresas transnacionales y los organismos
multilaterales de aplicar viejas y desgastadas medidas como el desarrollo e
impulso de la agricultura gracias a un uso más intensivo de fertilizantes,
agroquímicos y semillas híbridas. Dado que los efectos negativos de tales medidas son ampliamente conocidos
(pérdida de biodiversidad, eliminación de la agricultura familiar, predación
ambiental
y efecto climático entre otros) varias organizaciones
y delegaciones presentes en la reunión se opusieron a dicha propuesta.
Resulta sorprendente el repetitivo intento realizado
en estas citas mundiales por dar solución a nuevos problemas y escenarios,
utilizando las mismas medidas que fueron en gran parte las causantes del actual
desastre alimenticio.
Si bien, es debatible el papel que juegan las
instituciones financieras y organismos multilaterales en la formulación de las
políticas agrícolas a escala mundial, es claro que el mundo no puede hacer
frente a la crisis alimentaria utilizando la misma receta y modelo de
desarrollo agropecuario de los últimos 20 años.
La búsqueda de soluciones creativas a la actual crisis
implica el reconocimiento de que no se trata sólo de un problema de altos precios
y de una desigual distribución, sino que se trata también de un problema de la
forma de producción y de la calidad de los alimentos en sí. Los sistemas agroalimentarios alrededor
del mundo están llevando a nuestra mesa alimentos que han sido producidos mediante
el uso abusivo de agroquímicos y que, sin duda, han alterado no sólo los
ecosistemas globales sino también la salud de los habitantes del planeta.
La “Soberanía
Alimentaria” es una de las
soluciones para enfrentar la actual crisis, y establecer un modelo de
desarrollo sustentable que permita, no sólo el acceso de la población mundial a
los alimentos sino la capacidad de adquirir alimentos que salvaguarden el
medioambiente y nuestra salud. De hecho,“la soberanía alimentaria basa su enfoque en la
agricultura campesina y la pesca artesanal que priorizan los mercados locales y
la producción sostenible en el contexto del derecho a los alimentos y el
derecho de la gente a definir su política agrícola”2.
En el marco de la soberanía alimentaria, la producción
sostenible agrícola, pecuaria y de pesca cobra una importancia central para
afrontar la crisis alimentaria. En
el caso de la agricultura, la sostenibilidad está llamada a generar sistemas de
producción que sean económicamente viables, culturalmente adecuados y
ambientalmente respetuosos. La producción agrícola sostenible genera una oferta
de productos que alimentan a las familias campesinas y produce excedentes que
son canalizados a los mercados locales y regionales para el consumo de la
población urbana.
Asi mismo, la producción sostenible preserva los
recursos naturales permitiendo que las familias puedan seguir cultivando sus
predios sin sufrir problemas de contaminación, escasez del agua, erosión y
pérdida de fertilidad de los suelos. Además, contribuye a preservar materia
vegetativa que renueva el aire que respiramos.
Finalmente, la agricultura sostenible permite
recuperar y valorar la cultura de los grupos humanos asentados en las zonas rurales.
A nivel mundial
existen varias expresiones de agricultura sostenible que están presentes en
casi todos los mercados.
Una de ellas es la producción orgánica y agroecológica
3, que ha venido creciendo vertiginosamente en los últimos años. En 2006 por ejemplo, el
mercado mundial de productos orgánicos alcanzó una
cifra de 39 billones de dólares con una tasa de crecimiento del 16% con
respecto al año anterior (Sahota,
2008).
En todos los países desarrollados existe un mercado
específico creciente para este tipo de productos, lo que ha llevado a las
principales cadenas de supermercados a establecer líneas específicas de venta
para estos clientes. Este es sólo un ejemplo de la forma como, en todos estos países,
ha sido el consumidor el que ha desarrollado la demanda de este tipo de
productos dada su preocupación por la salud y el medio ambiente. En
consecuencia hubo un incremento en la oferta.
Tomando en cuenta las oportunidades que genera este
contexto, en Ecuador aún no existen políticas gubernamentales orientadas al
fomento de la agricultura orgánica/agroecológica y prevalece una baja exposición
del consumidor a este tipo de productos.
Un estudio sobre el consumo de productos
orgánicos/agroecológicos en el mercado ecuatoriano (Andrade, Flores, 2008)
demuestra que apenas siete de cada 100 ecuatorianos conocen los productos
orgánicos / agroecológicos y apenas cinco de cada 100 afirmaron haberlos consumido.
Sorprendentemente,
los datos también muestran que a pesar de este bajo nivel de conocimiento, el
58,5% de los encuestados 4 respondieron estar interesados en
consumir estos productos siempre y cuando existe información y no sean muy
costosos.
Esto demuestra que exista un mercado potencial significativo
para estos productos. Dada la importancia que tiene la demanda del consumidor en promover una
mayor oferta de este tipo de productos, es estratégico ampliar el interés del
consumidor, a través de medidas que permitan educar a la población sobre los beneficios
de este tipo de agricultura y así fomentar su consumo.
Por el lado de la producción, en Ecuador existen un poco
más de 50 000 has. de producción orgánica certificada5 y un número no
cuantificado aún de superficie agroecológica. La mayor parte de la superficie está dedicada al
cultivo de banano, café, cacao y otros productos de exportación que responden a
la demanda de los mercados internacionales. Estos generan importantes divisas y
empleo en el país. La proporción de la producción de este tipo, orientada al mercado
nacional es todavía muy reducida, a pesar de que Ecuador cuenta con varios
pisos climáticos aptos para la producción de una amplia variedad de productos
sustentables para la población.
En el marco de la soberanía alimentaria, es
imprescindible que el gobierno, la sociedad civil y la empresa privada trabajen
en pos del fomento de la producción y el consumo de este tipo de productos,
asegurando así, no solamente una distribución más equitativa de los alimentos a
un precio más razonable, sino además una alimentación sana para la población.
Si con el actual marco constitucional y legal6, el Estado promueve políticas de fomento a la producción y consumo de productos
sustentables, la solución para la crisis alimentaria es más obvia de lo que se
puede imaginar.
* Diego
Andrade Ortiz, Coordinador Regional de Desarrollo de Cadenas
Agrícolas
Sostenibles, VECO Ecuador, diego@veco.org.ec
Notas
1 Reunión de Alto Nivel sobre
Seguridad Alimentaria para todos, RANSA2009, Madrid-España 26-27 Febrero. www.ransa2009.org
2 En “Final
declaration of farmers and civil society organizations at High Level Meeting on
Food Security, 27 January 2009, Madrid”.
3 La producción orgánica es aquella
que cumple con normas establecidas por marcos legales y su calidad es
verificada por empresas de tercera parte. La producción agroecológica es
aquella que si bien cumpleo sobrepasa las normas establecidas no cuenta con una
certificación de terceros.
4 La muestra corresponde
a 3.285 hogares ecuatorianos de 15 ciudades del país.
5 Datos
proporcionados por BCS OKO Garantie Cía Ltda., 2007.
6 La Asamblea
Nacional Constituyente plasmó en la Constitución de la República del Ecuador
a la Soberanía Alimentaria como uno de sus pilares. Así mismo el 17 de febrero
del 2009, fue aprobada la Ley Orgánica de la Soberanía Alimentaria por parte de
la Comisión Legislativa y de Fiscalización de la Asamblea Nacional.
Bibliografía:
Altieri, Miguel (1999), Agroecología, Bases
científicas para una agricultura sustentable, Montevideo, Editorial
Nordan-Comunidad.
Andrade, Diego y Flores, Miguel (2008), El Consumo
de productos orgánicos / agroecológicos en los hogares ecuatorianos, VECO Ecuador
GTZ-CORPEI-MAGAP (2007), Agricultura
Orgánica en Ecuador, Segunda Edición, Quito.
Sahota, Amarjit (2008), “The Global
Market for Organic Food & Drink”, Paper presented
at BioFach Congress 2008, Nürnberg, Germany, February 21-24, 2008.
Referencias de Internet
www.foodsovereignty.org/new
www.viacampesina.org
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ootnote-id:ftn3' href="#_ftnref3"
name="_ftn3" title="">[3] Chanchullo:
manejo ilícito, negocio sucio. Estafa, operación fraudulenta (Diccionario
lunfardo)